Madrina viene ya tiempo denunciando los efectos que la limitación de los fondos europeos para familias vulnerables en pobreza severa acarreará para este grupo de personas.

De momento, este año, ya no habrá cereales, ni leche, ni aceite para familias vulnerables con menores a cargo. En estos 3 años los aceites han incrementado su precio un 40%, los lácteos un 27%, el pan y los cereales un 21%, las legumbres y hortalizas un 23%, el pescado un 17%, las carnes un 21% y las frutas un 16%. Al mantenerse el mismo presupuesto estos años y encarecerse los alimentos, el FEGA ha tenido que disminuir su compra en un 20% de media, y entre un 30-40% para determinados artículos básicos como aceites y lácteos.

Madrina denuncia también que, en este año 2023, está aumentando la pobreza “materno-infantil” como en pandemia y, con ello, el riesgo de malnutrición y patologías de menores que nacen de madres vulnerables mal alimentadas. Además informa de que a partir de diciembre 2023 las familias vulnerables ya no contarán con las entrega de ”cestas de alimentos”, la falta de recursos económicos y el deseo que desaparezcan las “colas del hambre" -las mismas colas del hambre a las que apelaba en un alarde de caradura el entonces vicepresidente Pablo Iglesias- como fracaso del sistema de protección social, hará que sean cambiadas por “tarjetas o vales de comida” para la compra de alimentos básicos según unas tablas de gasto.

Pero eso no es todo, alertan desde la Fundación, porque la subida de los tipos de interés puede provocar que familias de clase media con hipotecas, puedan perder el hogar y quedarse en situación de calle, así como las pequeñas empresas, negocios y autónomos con créditos de circulante, que puedan quebrar, esto hará aumentar la vulnerabilidad social

Para una familia con 5 o más miembros, el gasto mensual en comida superó el doble o triple los 220€ indicados por la administración, son datos de 2021 obsoletos y desde entonces algunos alimentos han subido hasta un 40-50%

Asimismo, y tal y como indica el informe del Ministerio, se reconoce que con la dotación económica asignada no sacarán a las familias de la pobreza El FEAD, con su tamaño limitado, no puede sacar a las personas directamente de la pobreza”, indicando después que las ONGs tendrán que alimentar a las familias que no cubra la administración por sus propios medios

Cargarán sobre las fundaciones privadas la injusticia social de la no cobertura universal del derecho a la alimentación por parte de los más vulnerables.

Ya hay experiencia con el IMV (ingreso mínimo vital), entre otras medidas de “ingeniería social” desarrolladas, que la administración tarda cerca de 1 año en implementar las ayudas, mucha burocracia, y que estas solo cubren tan el 50% de la población necesitada, muchas de ellas por no cumplir los largos requisitos administrativos exigidos. Para entonces las familias están destrozadas y no pueden sobrevivir. 

La administración vuelve a cargar sobre las espaldas de las fundaciones como Madrina la injusticia y desigualdad social que generará en 2024 y siguientes.

Madrina considera que las medidas de protección, si no son consensuadas con las instituciones que trabajan con las familias vulnerables, nacen obsoletas y el perfil de la población objetivo cambia para cuando se implementan.

Asimismo, Madrina denuncia que el valor sobre el que han calculado las ayudas a las familias en extrema pobreza será insuficiente para la supervivencia de las familiasPara una familia con 5 o más miembros, el gasto mensual en comida superó el doble o triple los 220€ indicados por la administración, son datos de 2021 obsoletos y desde entonces algunos alimentos han subido hasta un 40-50%.

A esta situación se suma el incremento de los tipos de interés, lo que ha provocado que la mensualidad a pagar por las hipotecas pueda subir hasta un 100%; con una media de pago mensual de 2000 €. Con ello, muchas familias, pero también muchos negocios y autónomos podrían aumentar el riesgo de vulnerabilidad de familias de clase media. Las quiebras y las situaciones de calle “family homeless” podrían aparecer a finales de año

Además, se pone de manifiesto que la existencia de hijos o hijas en las familias, es un factor de pobreza en España, en consecuencia, existe un mayor riesgo de exclusión social para las familias con menores a cargo, que para las personas jubiladas o los hogares sin descendencia. 

Para Madrina este hecho se da en todas las familias, no solamente en la de “pobreza severa”, por lo que siempre que haya un menor debe hacer ayuda. Con las nuevas medidas, tan solo se atenderán las familias en “pobreza severa”.

Madrina indica que la pobreza “materno-infantil", se ha incrementado en un 100% desde el año 2020 y que las familias más vulnerables no pueden pagar bienes básicos como la leche maternizada. Un bote de leche para bebé puede oscilar su coste entre 14 € y 30 €, y contando que cada niño consume hasta cuatro o cinco botes al mes, las familias no pueden sobrevivir, de media pagar 300€ en comida, y tienen que elegir entre alimentar a su bebé o pagar el alquiler de la vivienda.

A esta situación se suma el incremento de los tipos de interés, lo que ha provocado que la mensualidad a pagar por las hipotecas pueda subir hasta un 100%; con una media de pago mensual de 2000 €. Con ello, muchas familias, pero también muchos negocios y autónomos podrían aumentar el riesgo de vulnerabilidad de familias de clase media. Las quiebras y las situaciones de calle “family homeless” podrían aparecer a finales de año.