En Italia, en el municipio de Villasanta, en la provincia de Milán, tuvo lugar recientemente un suceso significativo respecto al grado de integración de los inmigrantes.

En concreto, a uno de ellos, un marroquí de 20 años e inmigrante ilegal, se le ocurrió incendiar el Belén de la parroquia del pueblo, lo que provocó notables daños en el interior del templo. 

Según testigos presenciales, además de prender fuego al Nacimiento, el individuo lanzó gritos contra la religión católica y contra el país que le acoge, es decir, Italia, hasta que fue detenido por agentes policiales. 

Decimos que se trata de un suceso significativo por cuanto los inmigrantes, ya sean legales o ilegales, tienen el deber de respetar la religión, las leyes y las costumbres del país que les acoge. En este caso, el sujeto debería respetar el catolicismo y por supuesto, a Italia.