
Según explican fuentes de la investigación en exclusiva a El Español, el ex dirigente de la formación En Marea, Martiño Ramos Soto, y ex profesor de música de una niña durante siete años, a la que agredió sexualmente, "conocía" la fragilidad de la menor, derivada principalmente de una grave problemática familiar, "que la hacía autolesionarse con intenciones suicidas".
Tal como recoge el mismo medio, en esos encuentros, Ramos Soto la violaba "dándole bofetadas, puñetazos y azotes en la cara y el culo a modo de práctica sádica", una práctica que se agravó hasta el punto que el centro escolar tuvo que activar un "protocolo antisuicidio" por el que la menor debía ir acompañada al baño con una compañera para evitar que se hiciera graves cortes que pudieran atentar contra su propia vida.
El tribunal que dictó sentencia consideró probado que el acusado actuó con plena conciencia del daño que causaba y que utilizó su autoridad sobre la niña para manipularla y controlarla.
En los círculos progresistas de Orense, la noticia ha causado enorme sorpresa. Ramos Soto, que en el pasado fue miembro de Izquierda Unida y participó en el proyecto político de En Marea junto a Podemos y el BNG, era considerado una figura cercana a los movimientos feministas y a la defensa de la escuela pública.
Ahora, tras ser condenado a 13 años de cárcel, Martiño logró darse a la fuga antes de que las autoridades pudieran trasladarlo a prisión, por lo que la Justicia mantiene activa la orden de detención.









