Las manifestaciones contra la amnistía comenzaron en Ferraz, protagonizadas por ciudadanos pacíficos que expresaban así su rechazo a la nueva Ley promovida por el Gobierno Sánchez, para perpetuar dicho Gobierno, cuatro años más.

El segundo día de concentraciones, la policía de Marlaska golpeaba y gaseaba a ancianos y gente indefensa. Sánchez se quitó la careta: no podía permitir la menor crítica ante una amnistía que le permitirá seguir en el poder.

Día a día el ambiente se fue recrudeciendo al encontrarse entre los ciudadanos pequeños grupos de agitadores de los que, lo verán a continuación, las redes manifiestan la sospecha de que son infiltrados del Gobierno, cuya misión es reventar las concentraciones contra la amnistía. En cualquier caso, lo que resulta patente es que la policía  se ensaña contra ciudadanos pacíficos, algunos de ellos, incluso parecen, ajenos a las protestas. La acción policial contrasta, además, con la permisimidad en zonas tan sensibles del país como la frontera de Melilla.

Fuertes contra el débil y débiles contra el fuerte. Así se están comportando, a la vista de las imágenes, los agentes del órden dependientes de Marlaska. Y queda en el aire lo más importante: ¿Está el ministro infiltrando 'ultras' para reventar las manifestaciones? Pasen y vean:

indignacion

 

 

 

 

 

Infiltrado