Decíamos en Hispanidad que la presidenta de Madrid carga con frecuencia contra el adoctrinamiento de la Ley Celáa, con reflexiones como esta: "Lo que quieren es cambiar a los romanos por los perroflautas o a los Reyes Católicos por los de Galapagar...".

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Pues bien, Ayuso ha anunciado que su Gobierno firmará acuerdos con instituciones como la Real Academia de la Historia para revisar los libros escolares de la región, de forma que se basen "en saberes efectivos y rigurosos" y "no ideológicos ni de ingeniería social".  Se busca que estos "se basen en valores efectivos y rigurosos, no ideológicos ni de ingeniería social". Y es que Díaz Ayuso no se cansa de denunciar el modelo educativo del Gobierno Sánchez: crear vagos ignorantes. 

En su día, la presidenta madrileña se centraba en el curriculo de bachillerato y rechazaba el uso en los libros de algunos términos que se repetían a lo largo de todas y cada una de las asignaturas, aunque no tengan relación directa con ellas, como sostenibilidad (que aparece 130 veces) y perspectiva o igualdad de género (que sale 54 veces).

Además, Ayuso ha incidido en que el Ejecutivo regional seguirá "trabajando por la educación especial a petición de las familias", al tiempo que extenderá la edad máxima de escolarización en este ámbito de 21 a 22 años.