El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales se enfrenta desde hoy lunes a un juicio en la Audiencia Nacional acusado de un presunto delito de agresión sexual y coacciones a la futbolista Jenni Hermoso.
Como se recordará, durante la entrega de medallas tras haber conquistado el Mundial de fútbol en 2023, el entonces presidente de la RFEF propinó un beso en los labios a la futbolista de la selección española, un hecho por el que las acusaciones piden dos años y medio de prisión para él, justo por encima de los dos años que suele ser la pena que, por costumbre, los jueces dejan sin aplicar la pena de cárcel.
Durante el juicio, Hermoso ha contado su versión: "Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades; saludé a la reina, a su hija. Lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales y le dije 'la que hemos liado'. Después fueron sus manos en mis orejas y el consiguiente beso".
Preguntada por si Rubiales le pidió permiso para besarla, la jugadora ha respondido que no le escuchó decir nada y que su respuesta habría sido «no». «No, ni lo sentí ni vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta», aseguró la jugadora, que considera que ese momento «manchó uno de los días más felices de su vida».
Ante la que se había liado en redes sociales, prosigue Hermoso, "estaba en el vestuario, me llama Ana Álvarez y me dice que el presi quería hablar conmigo. Salí. Él me dijo que ya se estaba hablando mucho por redes, que ya se estaba liando, que esto podíamos pararlo ya. Le dije te va a caer, sabes lo que ha pasado y que te va a caer».
«No me sentí respetada. Recordemos que me estaba besando mi jefe», ha añadido la futbolista. «Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida».