El cardenal Joseph Zen Ze-kiun fue arrestado por las autoridades comunistas de Hong Kong el pasado mes de mayo, aunque luego fue puesto en libertad, recogió Hispanidad.

El obispo emérito de Hong Kong, de 90 años, fue detenido en su papel de administrador del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, que brinda apoyo humanitario y asistencia financiera a los manifestantes a favor de la democracia que fueron heridos, arrestados, atacados violentamente o amenazados.

No es un cardenal cualquiera, porque es la cara más visible de la Iglesia católica en China, no de la oficial, sino de la clandestina. Fue muy crítico con el acuerdo firmado en 2018 entre la Santa Sede y Pekín.

En 2020, entró en vigor una Ley de Seguridad Nacional que criminaliza las libertades civiles, permitiendo el arresto de personas por supuesta sedición, subversión, terrorismo o colusión con fuerzas extranjeras con un mínimo de 10 años de cárcel, y la posibilidad de cadena perpetua. Típico de la dictadura comunista china…

La policía arrestó a Zen y a los demás acusados ​​por el cargo mucho más grave de «colusión» con fuerzas extranjeras, en violación de la draconiana Ley de Seguridad Nacional

Antes de la implementación de la ley, muchos católicos, incluido el Cardenal Zen, advirtieron que podría usarse para silenciar a la Iglesia en Hong Kong. Como así ha sido..

De hecho, el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon (Myanmar, antigua Birmania) y presidente de la Federación Asiática de Conferencias Episcopales, denunció las graves amenazas a la libertad en Hong Kong, después del arresto del cardenal Joseph Zen, recogió Hispanidad de Aciprensa.

“Hong Kong solía ser una de las ciudades más libres y más abiertas de Asia. Hoy se ha transformado en un estado policial”, denunció el también Arzobispo de Yangon (Myanmar) y añadió las graves amenazas a la libertad, incluida la religiosa.

Pues bien: la noticia ahora es que ya se ha fijado fecha para su juicio: en concreto, el tribunal de West Kowloon fijó del 19 al 23 de septiembre el juicio contra el cardenal Joseph Zen Ze-kiun y cinco conocidos miembros del frente democrático, acusados ​​de no haber registrado correctamente un fondo humanitario del que eran fideicomisarios, recoge Infocatólica de Asia News.

Así pues, cabe concluir dos cosas: que la dictadura comunista china sigue persiguiendo a los cristianos. Y dos: que la ciudad de Hong Kong definitivamente ha claudicado y ha sido absorbida por el comunismo chino, con todo lo que ello conlleva para el recorte de las libertades más fundamentales.