
En el mundo okupa cada día encontramos un caso que nos sorprende. Hemos conocido historias que demuestran la caradura y la impunidad con la que actúan. La pasada semana conocíamos dos casos, uno en el que los okupas habían convertido la vivienda en un piso turístico y Hacienda multó al propietario o, los okupas que no se iban porque el banco le iba a quitar la casa al propietario, entonces se quedaban hasta que la vivienda fuera del banco.
Ahora, un nuevo caso no deja de asombrarnos, no ha ocurrido aquí, sino en la tierra de 'Lolito Macron', otro progre amigo de Sánchez, y por tanto de los okupas. Lo denuncia el medio local ‘Figaro Inmobilier’: "Los okupas demandan al propietario porque su casa es insalubre".
Los okupas consiguieron meterse en un local no habilitado para vivienda, asegurando que tenía un contrato de arrendamiento verbal, por el que pagaban 830 euros mensuales en efectivo. Se instalaron y permanecieron allí tres años. Después querían redecorar 'su hogar' y demandaron al propietario por ser "un local insalubre". Reclamaban la reforma y ser realojados a cargo del propietario.
La Agencia Regional de Salud de Île-de-France (ARS) certificó la insalubridad del local y emitió una recomendación de reforma del espacio. Los okupas aprovecharon esta valoración para exigir: “Queremos un realojo porque el propietario es responsable de nuestra situación y del mal estado del inmueble”. "El propietario se ve obligado a defenderse por partida doble: ante los okupas y ante la administración”.
El dueño quiso defender su inocencia y su propiedad, alegando que “fueron los propios okupas quienes provocaron las graves degradaciones visibles en el local”. El Tribunal de Apelación de París falló a favor del propietario y ordenó el desalojo de los okupantes. El propietario pudo recuperar su local, pero en un estado lamentable tras la estancia de los okupas.
En cuanto a la orden de insalubridad, la audiencia se celebrará en el tribunal administrativo de apelación el martes 17 de junio. Ante esto el abogado del propietario dice estar tranquilo puesto que la idea del dueño es reconvertir los locales en vivienda, por lo que ya tenía pensado hacer obra, hasta que los okupas se colaron y chafaron sus planes y sus ingresos durante años.