En la España que vivimos, en la que cada día tiene su registro y su detención, nos parece hasta normal que la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) sea quien decida quién es periódico y quién es un “tabloide digital”. El Gobierno así lo decidió en el Consejo de Ministros del 25 de febrero, pero medio año después de que la norma fuera enviada a las Cortes, continúa inédita.

A Cani Fernández, presidenta de la CNMC, la situación no le gusta y el jueves se quejó, durante su comparecencia en la Comisión de Economía, del Congreso. “Pónganse de acuerdo para que podamos ejercer las competencias que nos encomienda la ley”, instó a los grupos parlamentarios. Las únicas voces críticas con la medida fueron las de PP y Vox, que ven un intento del Gobierno de controlar a los medios.

Cani quiere censurar, aunque no lo dice así, naturalmente, porque ella es progresista. “España está perdiendo la oportunidad de formar parte de la malla de protección del mundo online”, afirmó. Traducido: nos estamos relajando y sigue habiendo medios online críticos con el Gobierno. ¡Qué horror!