Recuerdo que en plena ola de incendios forestales, este mismo verano aún inconcluso, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez acusaba a la derecha, por negacionista, de haber perdido un tiempo precioso en la lucha contra el cambio climático. Es decir, que Sánchez está convencido que un proceso de siglos, como es el del cambio del clima, puede arreglarse en una legislatura: la suya. Mismamente, que lo puede arreglar él. 

No olvide que el calentamiento global es fruto del progreso: ahora vivimos muy bien. Si se trata de volver al frío para salvar al planeta, viviremos muy mal

En cualquier caso, los negacionistas no son quienes niegan el cambio climático sino los que piensan que el hombre no puede vencerlo pero sí adaptarse a él... como ha hecho a lo largo de toda la historia, sin miedos apocalípticos. Los negacionistas son los que tienen razón, y no acusan a sus contrarios, los fieles de la religión climática, de mentirosos sino de exagerados y de peligrosos. De la misma forma que los negacionistas del Covid no eran los que negaban el virus, sino los que negaban el miedo paralizante que las autoridades inocularon en la población hasta conseguir una ciudadanía temerosa y sumisa.

Por otra parte, no olvide que el calentamiento global es fruto del progreso: ahora vivimos muy bien. Si se trata de volver al frío para salvar al planeta, viviremos muy mal.

Cuando el hombre no puede solucionar algo apela a un Dios... o deja de dar el peñazo

Por último: cuando el hombre no puede solucionar algo, por ejemplo, el universo, apela a Dios... o deja de amargarse. No hay problemas más simples de abordar que aquellos que no tienen solución.