En resumen, Europa, con el apoyo de Estados Unidos de Biden y del Canadá de Trudeau, promueve en la ONU silenciar y castigar en la WWW a todo discrepante contra la ideología de género... y pueden hacerlo
Friday Fax debería ser leído por todos los españoles. Para mí es el sucesor de Juan Claudio Sanahuja, aquel sacerdote argentino, desagraciadamente fallecido, autor de Poder Global y Religión Universal, un título que resume, mejor que un ensayo de 1.000 páginas, lo que está ocurriendo en el mundo hoy en día.
Pues bien, los norteamericanos de C-Fam, editores de Friday Fax, se han empeñado en ser los sucesores del gran Sanahuja, y con su espíritu anglosajón, quizás menos dotados filosóficamente pero más activos en el teatro central de los acontecimientos, desde Naciones Unidas en Nueva York, creo que lo están consiguiendo.
La digitalización, de suyo bien puede convertirse en un infierno y en el eje de la cristofobia, el fenómeno más venenoso y satánico, del mundo actual
Una última entrega de Friday Fax me ha parecido especialmente brillante y se titula así: "La Comisión de la ONU considera la represión de AI (inteligencia artificial) contra los críticos homosexuales/trans". Y lo que viene a decir es que la Unión Europea, sí, la muy cristiana Europa, ha promovido en la ONU, con el apoyo de la Casa Blanca de Joe (‘Yayoyou’) Biden y con el entusiasmo del pelele más grande que ha sido al poder en Occidente, el canadiense Justin Trudeau, esta censura global de todo aquel que se atreva a discrepar de la ideología de género, en sus distintas versiones: aborto, feminismo, homosexualismo, trans...
Esa censura se ejecutaría a través de las redes sociales -de hecho ya se está ejerciendo- especialmente mediante Google, que es el más poderoso instrumento del Nuevo Orden Mundial (NOM) y, ojo, que siempre se nos olvida, de los delitos de odio. Es decir, no sólo es que no nos dejen defender, por ejemplo, la vida del niño no nacido, o sencillamente criticar las salvajadas de la ideología de género sino que, además, te pueden meter en la cárcel.
A la censura por inteligencia artificial, o sea imponiendo algoritmos censores en Google, Facebook, Twitter y compañía, se une, que en las legislaciones penales de buena parte de Occidente -por ejemplo, en España- te pueden caer hasta cuatro años de cárcel (artículo 510 del Código Penal) por atreverte a discrepar de la ideología dominante que impone el Nuevo Orden.
No odia a la Iglesia, odia a Cristo: esta es la diferencia. No es cristianofobia, es cristofobia, no odia al cristianismo: odia a Cristo
En resumen, Europa, con el apoyo de Estados Unidos de Biden y del Canadá de Trudeau, promueve en la ONU silenciar y castigar en la WWW a todo discrepante contra la ideología de género... y pueden hacerlo.
La digitalización, de suyo, buen puede convertirse en un infierno y en el eje de la cristofobia, el fenómeno más venenoso y satánico, del mundo actual. Nunca en 2.000 años de historia, la Iglesia se había enfrenado a un poder tan maligno, que no pretende destruirla físicamente, sino destruirla doctrinalmente... y no olvidemos que la Iglesia es logos, y el logos está en Dios y el logos es Dios.
Le llaman inteligencia artificial, popularmente reconocido como algoritmo, y más que inteligencia es mala uva… y pretende forjar un pensamiento único anti-cristiano. No odia a la Iglesia, odia a Cristo: esta es la diferencia. No es cristianofobia, es cristofobia, no odia al cristianismo: odia a Cristo.