El Nuevo Orden Mundial (NOM) sabe que no podrá ni conquistar ni conservar el diario mundial si la mayoría no traiciona su conciencia y cambia de principios
George Orwell fechó su tiranía mundial para 1984. ¡Qué ingenuo! Voy a ser tan ingenuo como el gran escritor y fechar la mía para 2024. Está más cerca y así me equivocaré antes.
La tiranía del Nuevo Orden Mundial (NOM) no se ejerce mediante tanques blindados sino con el método Orwell: hay que conseguir que el individuo traicione a su propia conciencia. Una vez que lo consigues, la persona se convierte en plastilina del poder.
¿Y cómo se empieza? Sencillo: los que no piensen como nosotros podrán sobrevivir pero condenados al silencio. Por ejemplo, puedes ser cristiano si anhelas tamaña antigualla pero, cuidado, no se te ocurra evangelizar, que es el primer mandato de Cristo, ni tan siquiera ejercer de católico, lo que eres, en público. Vamos, que te mantengas calladito. Pero como se te ocurra hablar o actuar según tus convicciones cristianas, entonces serás laminado.
Cuida tu conciencia. Y esto no significa que seas incoherente con tus principios. Todos lo somos en algún momento. Significa que no debes cambiar de convicciones para que te dejen en paz: esta es la batalla de nuestra era.
El Nuevo Orden Mundial (NOM) sabe que no podrá ni conquistar ni conservar el diario mundial si la mayoría no traiciona su conciencia y cambia de principios.
El periodo 1984-2024 supone 40 años de decrepitud, pero lo importante no son las crisis económicas o políticas, lo importante es la crisis de las conciencias.