El pasado jueves servidor se despabiló con dos noticias: el juzgado me hizo llegar una demanda contra Hispanidad de Julio Ariza, presidente de grupo Intereconomía, larga y copiosa demanda, por la información de este diario sobre el intento de Mario Conde de entrar en el capital de la casa. Y todo porque publicamos la nota de rectificación de Ariza pero no donde le gusta a Ariza.

Por cierto, muy buenos los fundamentos jurídicos de la denuncia, en los que se especifica que el derecho de rectificación no tiene nada que ver con la verdad o falsedad de los hechos sino con el ofrecimiento al lector de dos visiones distintas, para que pueda juzgar. El asunto merece un minuto de reflexión, porque, en efecto, esta es la degeneración, no ya de la Administración de Justicia, sino de la justicia misma: lo que importa no es que los hechos sean ciertos o no, sino de ofrecer varias versiones, algo que recuerda el relativista principio de que si alguien asegura que dos más dos son cuatro y otro le contradice asegurando que son seis, surge un tercero -el portador de la verdad, naturalmente- que acaba concluyendo que dos más dos son cinco.

¿Un pleito con juicio oral, previsto para enero, para que se repita un derecho de rectificación ya ejercitado? Ahora comprendo por qué los tribunales están tan colapsados. Y un pleito de un editor a otro. Yo pensaba que editores y periodistas respondíamos con nuestras armas: la información, no en los tribunales, pero esto ha cambiado mucho en estos tiempos. También el poder editorial utiliza a los tribunales para hundir al pequeño, especialmente económicamente.

Y esto lo dice un grupo orgullosos de ser de derechas, porque la izquierda, mejor la progresía Mediapro-La Sexta, es decir, los señores Jaume Roures y Tatxo Benet, también tienen a Hispanidad en el banquillo. Pues mire usted, señor Ariza, le digo lo mismo que al señor Roures: no nos van a callar. Me ratifico en lo que ya he escrito otras veces: la humanidad se distingue entre dos tipos de personas. Los buenos y los malos. Los buenos son los que no ponen querellas al prójimo.

Ahora vamos con la segunda noticia, que parece distinta pero está ligada a la anterior. La Asociación Hazte Oir emitía una información sobre la salida, próximo lunes 29, de 13TV, nuevo canal de información que preside José María Más y en el que participa la COPE. Una nota venenosa de la asociación que retuerce las palabras del consejero delegado, Alejandro Samanes, para que el nuevo canal aparezca como una especie de estafador que intenta utilizar el ideario cristiano para estafar a los católicos.

La razón es muy sencilla: Hazte Oir, como otras asociaciones del grupo originario Yunque, han entrado en tromba en Intereconomía, justo en un momento en el que Intereconomía se ha convertido en el adalid de la derecha pagana, más pepera y esencialmente aguirrista. Por eso le molesta tanto un nuevo canal que no se muestra orgulloso de ser de derechas sino orgulloso de ser católico.

Yunque es un grupo de origen cristiano (mexicano) que ha hecho y hace cosas estupendas en defensa de la vida, la familia, la libertad educativa, etc. Pero tiene un problema: es una sociedad secreta y a la Iglesia no le gustan las sociedades secretas. Esta es la razón por la que, por ejemplo, el obispo de Madrid, cardenal Rouco Valera, haya pedido a sus delegados que se alejen de las asociaciones de Yunque. Otros obispos españoles piensan exactamente lo mismo no sólo sobre Yunque, sino sobre Intereconomía, cada vez más inclinada hacia la derecha pagana y pepera y a defender a la Iglesia siempre que no perjudique sus intereses económicos. Por ejemplo, con la salida de una televisión cristiana.

Y para quienes duden de la definición de Intereconomía como derecha pagana, no tienen más que leer La Gaceta.

Recuerden: el enemigo casi nunca está delante, sino al lado. O justo detrás.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com