Pablo Montesinos-PP (TVE): "No me vale que el Gobierno de España diga que para Madrid se tienen que tomar unas decisiones pero que no valgan para otras comunidades autónomas"

En TVE, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, dice en relación a la situación de la pandemia en la Comunidad de Madrid que hay que regirse por "criterios objetivos y científicos" y que eso es lo que reclaman los presidentes autonómicos del PP que han pedido una reunión el Gobierno.

Madrid es una de las diez regiones más afectadas por el coronavirus, dice Montesinos pero "nueve están en España", y por tanto, señala "no es un problema de Madrid, el problema es del conjunto de España" y el Gobierno tiene que aclarar por qué unos criterios en una comunidad autónoma y no en otra. "El Gobierno tiene que aclarar por qué unos criterios en la Comunidad de Madrid sí y en Navarra no; por qué unos criterios en la Comunidad de Madrid sí y en Baleares no". "Ponemos el foco en la Comunidad de Madrid, en una operación del Gobierno de España y del PSOE para hacerlo. El PSOE en vez de ayudar, lo que hace es atacar e, incluso, alentar manifestaciones".

"El ministro Illa dijo que le parecía muy bien las medidas de Ayuso y horas después dice que todo lo que está haciendo la CAM está muy mal. ¿Eso es lealtad institucional?". "El Gobierno de España se dedica sistemáticamente a atacar al de Díaz Ayuso, ¿es eso trabajar institucionalmente para atajar esta crisis? espero que el Gobierno de España vuelva a la sensatez y que explique si tiene los mismos criterios para todo el conjunto nacional", señala el vicesecretario de Comunicación del PP.

"Lo que no me vale es que el Gobierno de España diga que para Madrid se tienen que tomar unas decisiones pero que no valgan para otras comunidades autónomas". "La situación en la Comunidad de Madrid es compleja, por supuesto, por eso se han tenido que tomar medidas, pero el Gobierno de España no puede dedicarse al regate corto, le emplazo a que se reúna con la disposición de ayudar al Gobierno de la Comunidad de Madrid, no de atacar".

Lo que ha dicho el presidente del PP, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es que "hay que evitar el estado de alarma", explica Pablo Montesinos. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, según asegura Montesinos, dijo que se podría articular "ese plan B" jurídico para frenar la pandemia.

En la COPE, Carlos Herrera destacaba: "Por cierto, ¿quiénes han salido en defensa del Rey? Pues el señor Lambán, pero muy pocos socialistas en activo. Susana Díaz, que era tan propicia... ¿Dónde están los Pages, Veras y compañía? Miren, Nicolás Redondo, Joaquín Leguina, César Antonio Molina han hecho un comunicado que en síntesis dice una obviedad que cualquiera debería suscribir, que es una estrategia de acoso y derribo de Podemos contra la Constitución del 78, contra el Rey con la connivencia de Pedro Sánchez, pero ya está. Los demás, bueno, pues nada, en otro momento hubieran saltado como resortes todos estos Pages, Varas, Susana Díaz. ¿De verdad no hay nadie en el PSOE que se de cuenta de los riesgos de esta actitud? Dejar la defensa de la Monarquía, el Estado de Derecho, la Constitución al centro derecha en exclusiva es injusto con la propia historia reciente del socialismo español. Y es un error estratégico que puede salirle muy caro a este individuo, a Sánchez".

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “No hagamos leña del Torra caído. Hizo todo lo que sabía hacer. Y el resultado está a la vista: la nada. Le encomendaron maquillar el fracaso de la arremetida independentista del año 17 ---la república que fue proclamada y que de ahí nunca pasó--- y en eso se le han ido dos años y medio. En fingir que él presidía la Generalitat.

No hagamos leña de Torra porque la suya sea la historia de un fracaso. Triple fracaso: como profeta-adjunto, como suplente-de-caudillo-libertador y como mero gestor de la cosa pública. En rigor, no ha dejado de ser presidente de la Generalitat porque nunca lo fue. No lo fue, primero, porque él mismo se presentó como el vicario, o el valido, de su padre Puigdemont. Y no lo fue, segundo, porque nunca pasó de ser un activista de su causa que ignoró a la mitad de la sociedad para la que gobernaba. La ignoró desde el principio y hasta el final. Su discurso de clausura de ayer (de clausura de sí mismo) es el mismo discurso que hizo cuando empezó, una mezcla de distorsión histórica, apelaciones sentimentales de garrafón (sentimientos para cubrir la ausencia de ideas) y promesas falsas”.

En Onda Cero, Fernando Ónega afirmaba: “Ya que citas al ministro Campo, déjame decir antes de nada que menos mal que Carlos Lesmes rechazó la petición del gobierno de retrasar la entrega de despachos por la inminencia de la sentencia de Torra. Si Lesmes hubiera accedido, la sentencia de Torra se publicó ayer y la visita del rey se hubiera producido después, con los CDR incendiando la calle.

Cualquier actividad posterior del rey en Barcelona sí que haría invocar la seguridad. Con lo cual, ignoro si el gobierno carecía de información de los tiempos del Supremo o buscaba tener un motivo incontestable para impedir el viaje. Al negarse Lesmes, que sí conocía los tiempos del Supremo, el ministro Campo alega que el veto se hizo por la convivencia.

Con lo cual, aunque el verbo "estorbar" me parece un poco fuerte para hablar del rey, tampoco está desencaminado. Si el ministro apela a la convivencia, una de dos: o es que se metió en un jardín de difícil salida y compleja explicación que le obliga a acudir a palabras grandilocuentes o, efectivamente, la presencia del rey en Cataluña no interesaba para los propósitos del gobierno.

A lo mejor, quién sabe, al sufrir el jefe del Estado los desplantes del independentismo, haría más difícil la calma bucólica para constituir la mesa de diálogo. O a lo mejor está influido por los Asens que desean que Felipe VI no pise más esa Comunidad. Quién sabe nada. Solo recuerdo una frase de Leopoldo Calvo Sotelo: "en política, lo que parece, es”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿Qué importancia tiene que el Supremo inhabilite a Torra si ha gobernado todo el tiempo inhabilitado por Puigdemont?

La importancia estriba en que van a convocarse elecciones en meses. ¿No es paradójico que cuando más posibilidades tiene el soberanismo de superar la mayoría absoluta de los votos sea cuando más dividido comparece?

¿No es un poco rastrera y caramnbolesca la manera en que ERC ha llegado por primera vez a la presidencia de la Generalitat? Aragonés la desempeña después sucederse un presidente fugado y uno inhabilitado.

¿Sería capaz Sánchez de aplicar un 155 en Cataluña para controlar la gestión negligente de la pandemia? Igual no es el momento.

E igual sí se acerca el momento en Madrid. ¿Pero pensáis que el Gobierno tiene prevista una intervención sanitaria o una intervención política?”.

En la SER, Ángels Barceló decía: “Torra intentó, con su salida, vender de nuevo la opresión de un estado que despoja de su presidente a tan alta institución por haber defendido sus ideas. Nada más lejos de la realidad, el épico gesto con el que Torra se victimiza es tan ridículo como no haber retirado unas pancartas del balcón de la Generalitat. Él mismo ante el juez reconoció que había desobedecido.

Torra, el presidente activista, que empezó su mandato siendo el vocero de Puigdemont, anunciando que alcanzarían la república mientras él estuviera en la Generalitat, se va sin república y habiendo protagonizado una desobediencia de tercera.

Y ahora se abre otro capítulo, con Pere Aragonés de presidente en funciones, en el despacho de al lado, porque el de Torra no se toca, como este tampoco dijo tocar el de Puigdemont, y con el horizonte electoral situado en el mes de febrero, si no hay una nueva jugada de retraso.

Pero Cataluña ya no puede esperar más, la paralización del gobierno en estos últimos tiempos, tiempos de pandemia además, es insostenible. Es urgente recuperar la normalidad para que Cataluña vuelva a ser lo que era, poner punto y final a una legislatura completamente estéril e iniciar una nueva etapa con un gobierno fuerte que piense en el futuro de todos, insisto, en lo de todos los catalanes”.

En la SER, Iñaki Gabilondo señalaba: "La inhabilitación de un presidente de comunidad autónoma es un hecho de enorme relevancia en la actual configuración de nuestro Estado, máxime cuando esa comunidad es Cataluña, una pieza tan importante de nuestra arquitectura por motivos de todo tipo: históricos, políticos, económicos, culturales.

Así que aunque la decisión se esperara, aunque Quim Torra haya sido sólo vicario, sombra y eco del huido Puigdemont, y aunque nos hayamos acostumbrado a vivir con Cataluña, una relación en el alambre, la inhabilitación del president oficial de la Generalitat es un episodio mayor que revela la magnitud de la tormenta en la que está debatiéndose actualmente nuestra democracia.

Yo quisiera subrayar hoy la circunstancia de que a Torra le saca de la pista un asunto que es casi virutilla de ilegalidad: las pancartas en los balcones del Palau durante la campaña electoral. Muy poquita cosa en la larga secuencia de desacatos, desobediencias, resoluciones desatendidas, desplantes que el independentismo ha venido acumulando en los últimos años en materias de importancia enorme: Ley de transitoriedad jurídica, referéndum ilegal, autodeterminación, pero que, sin embargo, forma parte de un mismo pensamiento.

Un pensamiento que ya casi ha consolidado un corpus teórico de rechazo. Un modo de desobediencia institucionalizada sustentado en el principio de que solo se reconoce de verdad la ley que emana del Parlament. La que procede del Estado, se mide, se sopesa, se acata o no, según convenga. Así que ahora que llega la hora de los vaticinios sobre lo que va a ocurrir sobre el calendario electoral, con Esquerra y Junts per Catalunya como principales protagonistas, lo fundamental, a mi juicio, sería saber si esa atmósfera de desobediencia o frente de rechazo a la legalidad vigente, que medio se ha consolidado ya, se va a mantener o se va a aparcar. Porque si no se aparca, todo lo demás será paisaje".

En RNE, el presidente de CEPYME y vicesecretario CEOE, Gerardo Cuerva, ha señalado que "desgraciadamente el tiempo corre" en la negociación de los ERTE y que ellos querían "ampliar" el plazo, que han "conseguido que se vaya al 31 de enero, "un pasito más" pero asegura que están "preocupados" porque ve una separación entre sectores cuando la empresa "esté en el sector que esté puede tener dificultades". Con el ERTE de rebrote, señala, "pueden entrar algún empresa más pero la filosofía es que hay que ayudar al que lo necesita".

Sobre la posibilidad de que haya un acuerdo sobre los ERTE solo con los sindicatos, dice Gerardo Cuerva, que "se llega a acuerdo o no" y espera que el Gobierno legisle "en beneficio de todos". En relación al coste de esta prórroga de los ERTE, asegura que pedían que cuantificara el coste de estas ayudas. "No nos salen las cuentas, vamos a ser transparentes a ver la cuantía”.