Onda Cero: Pablo Casado (PP) acusa a Vox de que Sánchez esté en el Gobierno: “Hizo dividir el voto de centro-derecha”

En Onda Cero, el presidente del PP Pablo Casado ha asegurado que "los ataques contra el rey son ilegales y cobardes" y acusa a Sánchez de "cobarde" por no hacer nada ante esos ataque : "intenta que su propio electorado no censure lo que está haciendo, que es pactar con quien quiere atentar contra la unidad nacional".

Sobre el indulto a los presos del procés, Casado dice que "por si acaso, Sánchez esta haciendo una amnistía de facto modificando el delito de sedición". "Sánchez no para de mentir".

Sobre la moción de censura de Vox, el líder del PP dice que las mociones de censura son constructivas y dice que "si Sánchez está en el Gobierno es porque hubo una apelación de voto a Vox que hizo dividir el voto de centro-derecha".

En TVE, el vicepresidente de Vox Jorge Buxadé ha dicho: “Hay que distinguir dos cuestiones. Una es la crítica política o la pretensión de modificar una forma política del Estado y otra cosa es lo que ha sucedido este fin de semana y es que por parte del Gobierno se oculta, se impide al jefe del Estado, acudir a la entrega de despachos de la nueva promoción de jueces en Barcelona, consecuencia evidente de los pactos del Gobierno de España con ERC y con las organizaciones separatistas, esta misma semana hemos conocido en la propia tribuna del Congreso que había la pretensión de iniciar el proceso de indulto de los políticos golpistas del 1 de octubre. Y eso es lo que no se le perdona al rey de España, que acudiese a la llamada de la nación española el día 3 de octubre de 2017 con un  discurso emotivo, que reclamó la unidad de la nación y que salvó a los españoles de esas crisis institucional a la que nos había llevado el separatismo en Cataluña”.

En TVE, el consejero madrileño de Justicia, Enrique López, ha llamado al Ministerio de Sanidad a la "lealtad" que convoque el Consejo Interterritorial y "se discuta lo que haya que discutir". "No se puede frivolizar con la intervención de una CCAA. Hay que tomar medidas coordinadas y no imponer".

Además, ha advertido que hemos "perdido tiempo este fin de semana", dice que tiene que haber "lealtad institucional", que Illa estableció un "criterio nuevo" y pide que alguien explique que los que es "cerrar Madrid". En el comunicado que el ministro les ha remitido, según asegura, reconoce que el sistema sanitario madrileño está "soportando la presión". También pide que no se frivolice con cosas como "una intervención" de una comunidad autónoma. hay que dar un mensaje de tranquilidad, de responsabilidad y de prudencia" a los ciudadanos de Madrid.

En la COPE, Javier González Ferrari comentaba: “Miro y lo que veo es que el Presidente del gobierno no es sólo cómplice de los ataques de sus ministros a La Corona, la Justicia, y la práctica totalidad de las instituciones del Estado que apenas se sostienen pendientes del hilo, cada vez más fino, de la única Constitución que ha permitido a España gozar de las cuatro décadas más brillantes de su larga y convulsa historia.

Sánchez, por mucho que la propaganda y el marketing que dirige su jefe de gabinete, ese Ivanhoe, con J, cuyos escrúpulos son tan artificiales, como su implante capilar, es en realidad el instigador del acoso y derribo de nuestra monarquía parlamentaria. Que ese mequetrefe que responde al nombre de Alberto Garzón, siga al frente de un ministerio tan innecesario, como al menos otros siete más, después de acusar al Jefe del Estado de conspirar contra el gobierno, es la prueba del nueve de que la verdadera conspiración es la que pretende darle la vuelta como a un calcetín a la estructura Institucional para mantenerse en el poder diseñada por Sánchez y ejecutada por Iglesias y sus mariachis que, llegado el momento, recibirán como recompensa una patada cuando ya no sean necesarios para gobernar.

El acelerón puesto en marcha para conseguir que descarrile todo aquello que todavía queda en pié, necesita de una reacción de la izquierda decente y de ese centroderecha incapaz de representar a más de la mitad de los españoles”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “La prensa catalana juega con la fantasía de que Sánchez imponga en Madrid un 155, o sea, una intervención del Gobierno autonómico. ¿Os parece una hipótesis remota o una gran tentación?

¿Dudabais que la tregua de Ayuso y Sánchez era cosmética de baja calidad? Por favor, la próxima vez que se hagan la fotografía con un escenario de banderas piratas.

Alzamiento en las calles, lucha de clases, abolición de la monarquía ¿No le está quedando un poco megalómana la agenda a Pablo Iglesias?

Iglesias, en rigor es coherente con el antimonarquismo. No digamos Esquerra o Bildu. ¿Y Sánchez? ¿Debe fiarse Felipe VI de un presidente del Gobierno que ha decidido aislarlo y convertir al jefe del Estado en un problema de Estado?

¿Qué significa la separación de poderes para Pedro Sánchez? Pues que unas decisiones las toma el presidente del Gobierno y otras las adopta el líder del PSOE.

Y no creo que me desmienta Rafa, pero ¿sabéis cuál es la versión de la prensa de izquierda militante? Que el Rey y el presidente del CGPJ se incorporan al acoso al Gobierno”.

En la SER, Ángels Barceló decía: “Y la gente mira el espectáculo entre atónita y cabreada, porque ellos, mayoritariamente, hacen lo que se les pide, pero no encuentran una respuesta similar por parte de los políticos y esto es descorazonador. La incertidumbre va tensando los nervios y eso solo puede llevarnos a cabrearnos también entre nosotros y eso sería lo peor.

Así que, una vez más, no sé cuántas van ya, exijamos responsabilidad a los políticos, que esta no sea una nueva semana de espectáculos lamentables, de declaraciones estériles o de gestos para las fotografías. Se necesitan respuestas urgentes. Hoy ya vamos tarde. Siéntense a hablar sin el marco de ganadores y perdedores porque al final, si no se ponen de acuerdo, acabaremos perdiendo todos”.

En la SER, José María Izquierdo apuntaba: “El 13 de agosto de 1974, Philippe Petit, un osado funambulista francés, cruzó ocho veces, se sentó, bailó y saltó sobre un cable a 400 metros de altura que unía las neoyorquinas Torres Gemelas, 3.000 muertos en 2001.

Así tiene Pedro Sánchez que afrontar el otoño, con ese vértigo y todo en contra, incluidas tormentas, viento y lluvia. En primer lugar, como es obvio, la pandemia del terrible bichito, tragedia mundial que ha causado ya un millón de víctimas y la ruina económica. El horror. Únanse esta misma semana dos incendios políticos descomunales, con la rebelión de Madrid y Cataluña. Todo ello amenizado con una oposición ciega de odio, ventajista y antipatriota, bien jaleada por unos medios de comunicación salvajes.

También el Poder Judicial aporta a la gresca su grano de arena. ¡Cómo va a querer renovar la cúpula de los jueces el pimpollo Casado, con lo bien que le sirven!

¿Algún otro problema acecha al Gobierno? Sí, y grave: los aguerridos ministros de Podemos, gamberros o virtuosos esquizofrénicos. Philippe Petit, por cierto, sigue vivito y coleando”.

En Onda Cero, Fernando Ónega destacaba: “Si tuviéramos una contabilidad diaria, descubriríamos realidades tremendas. Por ejemplo, que, si murieron 30.000 personas como dicen los datos oficiales, el número de empresas caídas multiplicó por cuatro ese número de víctimas. Si aceptamos la cifra de 50 y tantos mil, las empresas que cerraron sería más del doble. Si tuviésemos una contabilidad diaria, el pánico económico nos inundaría.

Si hubiera cementerios y morgues de empresas, no habría espacio para tanta defunción empresarial y habría que hacer inmensas fosas comunes. Y si contásemos las empresas que ahora mismo están en las UCI, salvadas por los ERTE, resistiendo como pueden con poca facturación, asumiendo pérdidas las que pueden o con la respiración asistida de créditos del ICO y de la banca, un alto porcentaje del mundo empresarial estaría en los hospitales.

Solo en el sector de la hostelería, miles y miles de establecimientos han cerrado o suspendido temporalmente su actividad en espera de que pase la oleada. Pensemos simplemente en la cantidad de letreros de las calles de "se vende", "se alquila" o "cerrado". Es la pandemia económica.

Creo que no hablamos mucho de ella quizá porque no tenemos datos puntuales; quizá porque no sabemos; quizá porque somos humanos y nos conmueve más una persona que una empresa. Y concluyo con una nota menos fúnebre: estadísticamente, todavía es soportable este grado de muerte empresarial. En la crisis anterior, el número de empresas que murieron ha sido de trescientas mil”.

En la COPE, el economista José María Gay de Liébana afirmaba: “Hay que resolver los flecos que encallan el pacto de los ERTE. Alemania marca el paso en lo que es una efectiva protección a empresas y trabajadores, alargando los ERTE hasta finales de 2021 para todo tipo de empresas y con exoneración total de cotizaciones sociales. Claro que Alemania tiene a Doña Angela al frente y sus cuentas públicas han llegado impolutas a esta encrucijada económica.

Acá, en España, en el fondo, hay dos cuestiones que planean sobre pactar los ERTE, al igual que cualquier otro esfuerzo que afecte a nuestras cuentas públicas. La primera: hablemos claro, apenas hay dinero porque la embestida económica y la magnitud de la perturbación es de tal calado que ha pillado a España en paños menores, pese a que Bruselas ayuda con 21.325 millones de euros para cubrir el coste de los ERTE y similares.

Segunda cuestión: duración de las medidas. Lo que se preveía para un par de meses, apunta a años. Hay sectores y negocios que difícilmente sobrevivirán. No solo son los sectores concretos directamente relacionados con el turismo, ocio, restauración, hostelería, líneas aéreas, agencias de viajes sino el efecto tractor que las empresas que operan en ese amplio abanico sectorial produce sobre otro tipo de actividades empresariales, desde la limpieza a la lavandería, el pequeño comercio minorista...

Las dudas sobre el presente y futuro de muchas empresas contagian a 6 de cada 10 trabajadores que temen por su empleo. Mientras que haya protección laboral se puede más o menos ir tirando, pero sin duda hay que poner en marcha políticas activas de cualificación y formación de la gente porque la agonía de algunos sectores económicos está cantada y habrá que desplazar empleo hacia los sectores que empujen en el escenario actual y post covid”.

En RNE, Manuel Martínez-Sellés, presidente del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, aseguraba en relación a las diferencias entre el Gobierno central y el gobierno madrileño que "hay que dar voz a los expertos" que decidan las medidas "oportunas". Considera "evidente" que hay un aumento de ingresos en los hospitales, pero también que se han tomado medidas y no ha pasado tiempo suficiente para ver los resultados de dichas medidas.  

"Se están tomando decisiones políticas en vez de confiar en expertos como el doctor Bouza, ojalá el doctor no hubiese renunciado y se le hubiese escuchado", acaba de asegurar el presidente del Colegio de Médicos de Madrid. Los rastreadores "probablemente" no es necesario que sean médicos o enfermeras, asegura Martínez Sellés, que apunta que hay que formar a otro tipo de profesionales y que los sanitarios se dediquen a otras tareas.

A la hora de ver el posible desbordamiento del sistema sanitario, considera el presidente del Colegio de Médicos de Madrid que "lo más sencillo es ver el número de ingresos en cuidados intensivos esto permite estar en alerta para tomar algún tipo de medidas como en su día cuando se abrió el hospital de IFEMA". Es verdad, continúa, que "ya hay hospitales que ya están prácticamente colapsados".