Nadia Calviño (SER) no defiende a Pablo Iglesias sobre el Caso Dina: "No voy a especular sobre este tipo de cuestiones sobre las que no tengo detalles"

En la SER, la vicepresidenta de asuntos económicos, Nadia Calviño, ha sido preguntada por el caso Dina: "Esta es una cuestión judicial sobre la que no me voy a pronunciar, no me corresponde a mí". "No voy a especular sobre este tipo de cuestiones sobre las que no tengo detalles". Yo estoy cómoda con un gobierno que está muy determinado en centrarse en lo que es importante". "Mi relación es igual con todos los compañeros de Gobierno pero hay compañeros con los que uno tiene más relación. No pierdo el tiempo con especulaciones y no entro en estos debates".

Acerca del Plan de Recuperación que ayer presentó el presidente Sánchez, ha señalado: "Estamos en un momento de máxima incertidumbre. Realizar predicciones es especialmente difícil pero las previsiones de crecimiento económico son de un 2 o 3% más si ponemos en marcha este plan".

"Estamos viendo una recuperación del mercado laboral dinámica en nuestro país".

"En este tercer trimestre del año nosotros preveemos un crecimiento de en torno al 13%".

"La cifra [de creación de empleo] es superior [a los más de 800.000 que señaló este miércoles Pedro Sánchez]. Hemos hecho una estimación prudente".

"Estamos hablando de invertir en educación y formación profesional y en economía verde. Hablamos de inversiones que mejoren la productividad".

"Hemos constatado que la caída en primavera fue más intensa de lo que habíamos previsto en abril pero también la recuperación en el tercer trimestre está siendo más intensa que lo que habíamos estimado en abril".

"En aquellas comunidades que consiguen atajar rápidamente el rebrote, el impacto económico no es muy significativo. Lo que más impacta sobre la economía es la incertidumbre". "Es urgente atajar rápido los rebrotes porque salud y economía van de la mano".

Respecto a los nuevos Presupuestos y las posibles subidas de impuestos, ha apuntado: El Senado ya ha aprobado dos impuestos. Eso va a atraer más recursos a las arcas del Estado. Tendremos que hacer algunos ajustes para avanzar hacia un modelo más progresista". "La prioridad absoluta de los Presupuestos tiene que ser impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo".

"La subida de impuestos a la banca no es un tema que está en este momento sobre la mesa".

"La ministra de Hacienda está terminando de preparar los Presupuestos para el año que viene".

"Vamos a reducir en 15.000 millones de euros la emisión de deuda".

En TVE, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha incidido  en que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tiene “todo el apoyo” de los miembros del Ejecutivo y ha recordado que la investigación por el caso Dina no tiene "nada que ver" con su labor en el Gobierno. “Todo el mundo tiene presunción de inocencia y habrá que ver. “Pablo Iglesias no está siendo investigado por hacer mal uso de su cargo, usar dinero público de forma indebida ni por ninguna responsabilidad actual, sino de su vida anterior”

Montero ha asegurado que se está debatiendo aún una propuesta sobre impuestos, y recuerda que "el rendimiento fiscal es 7 puntos inferior al de nuestro entorno". "El momento económico no aconseja ahora determinadas medidas, hay que esperar a que la economía termine con la pandemia y volvamos a crecimientos como los de enero".

"Ni se van a subir los impuestos a la clase media ni a la clase trabajadora, ni vamos a poner toda la profundidad fiscal prevista en el acuerdo de Gobierno en este primera año"

"La transformación ecológica, las energías eficientes son grandes retos transformadores que formaban parte ya de nuestra hoja de ruta". "Este Gobierno tiene una especial prioridad por que el modelo productivo se transforme en esa dirección". Alguna medida fiscal puede tener sentido disuasorio, no recaudatorio".

En la SER, José María Izquierdo comentaba: “Mala suerte ha tenido Pedro Sánchez, que la explicación de cómo se repartirán los 72.000 millones en dos años para crear 800.000 empleos, una de las noticias más importantes que puede ofrecer un presidente de Gobierno, se ha visto eclipsada por el juez García-Castellón, una tarjeta telefónica y el envío al Supremo de la papelería necesaria para que estudie si procesa a Pablo Iglesias, ni más ni menos que el vicepresidente del Gobierno, junto a alguno de sus colaboradores.

Fea cosa para Podemos y una historia más que incómoda para el Gobierno en su conjunto y para Sánchez en particular. La verdad es que se trata de un caso raro, que mientras los jueces de la Audiencia consideraban perjudicado a Iglesias, otro juez pide su procesamiento unos pocos días después. Otro sindios judicial.

Pero ahora, ya metidos en harina, y ante la comprensible utilización del caso por la derecha, no queda más salida que esperar a la decisión del Supremo y, si finalmente pide el suplicatorio, votar sí a como dé lugar. Así lo exigirá la decencia”. 

En la COPE, Carlos Herrera destacaba: “El plan del día era empezar hablando de la cursilería de Sánchez con el Himno de la Alegría, pero ha aparecido el juez García Castellón para decirle al Supremo que considera que Pablo Iglesias ha cometido varios delitos relacionados con el Caso Dina. Lo que dice el juez es que el vicepresidente del Gobierno puso en marcha una falsa noticia pocas semanas antes de unas elecciones generales. Ahora el Tribunal Supremo deberá estudiar todos los campos. Que se prepare el Supremo y la Fiscalía para recibir todo tipo de presiones.

A Pablo Iglesias le ampara la presunción de inocencia, lo único que no sé si es compatible con el cargo de vicepresidente. Él mismo lo decía cuando Rajoy estuvo presente en un juicio como testigo. Esta mañana podíamos empezar con un comentario jocoso: puede que Pedro Sánchez cese a Iglesias o el vicepresidente se retire. Claro, esto es un chiste".

Lo del caso Dina huele a chamusquina, pero esta gente se aplica poco la varemos con los que miden a los demás. Con la doble o triple moral izquierdista de Unidas Podemos, Iglesias ahora mismo debería dimitir, pero no lo va a hacer".

La Fiscalía General del Estado hará todo lo posible para que a Iglesias no le pase nada. Iglesias simuló un delito para presentarse como víctima de Villarejo y conseguir así mejores resultados políticos. Este es el cuentista que ha venido para regenerar la política”.

En Onda Cero, Carlos Alsina reflexionaba: “El Supremo no tiene por qué dar por buena esa conclusión, lo veremos. En contra de lo que ayer dijo el PP, Pablo Iglesias no está imputado. Es posible que acabe estándolo y es posible que no. Lo más que cabe decir hoy es que, de no gozar del aforamiento de ministro, y de diputado, este juez le habría imputado. Pero como tiene aforamiento (privilegio lo llamaban en otro tiempo los enemigos de la casta), este juez no puede. Si el Supremo cree que hay caso, imputará y pedirá suplicatorio. Si cree que no hay caso, fin del asunto y hasta aquí llegó la riada.

Hoy es un buen día para sugerir a los voceros amoratados que, en twitter, andan queriendo aleccionar periodistas, que primero intenten entender de lo que hablan y luego ya, si quieren, vomi-tuiteen sus mentiras, sus vídeos amputados y sus monsergas”.

En Onda Cero, Fernando Ónega destacaba: “Por poder, podía decir aquello tan socorrido y repetido de "el gobierno no comenta decisiones judiciales". Pero hubiera quedado frío, ¿no te parece? El propio Pablo le hubiera dicho: "oye, Pedro, qué frío has estado conmigo, que soy tu socio y vicepresidente". Y ya sabemos cuál es la prioridad de Pedro: salvar la coalición, salvar a quien le da la mayoría para gobernar y completar la legislatura, que esa es la intención íntima del glorioso acto con pianista que ayer celebró.

Para ello utilizó dos recursos que no cambian la ruta judicial, si es que existe esa ruta, pero tranquilizan al socio: no mostrarse preocupado, mensaje de confianza, y no cuestionar su limpieza, mensaje de seguridad. Estoy seguro de que, si Sánchez pudiera influir en el Tribunal Supremo para que no viese indicios de delito, lo haría, porque investigar a Iglesias, solo investigarlo, que antes hubiéramos dicho imputarlo, será dejar al gobierno cojo y herido en una de sus partes más sensibles.

Un vicepresidente investigado, y no digamos si se llega a pedir el suplicatorio, difícilmente podría seguir en el Consejo de Ministros. De momento apelo a la presunción de inocencia y a la presunción de imparcialidad de la Fiscal General. Lo que es seguro que le duele a Sánchez es que el episodio haya oscurecido su ceremonia de ayer. Lo deslució allí y en la prensa de hoy y eso no se perdona. Pero no es que Sánchez no se lo perdone a Iglesias. No se lo perdona al magistrado García Castellón”.

En Onda Cero, Rubén Amón se preguntaba: “Se le jodió la fiesta a Sánchez con la posible imputación de Iglesias. ¿Podría suceder que el macho alfa de la política termine siendo un machista convicto?

¿Qué quiere decir Sánchez cuando dice que confía en el Supremo? ¿Que no confía en la Audiencia Nacional? ¿Que el Supremo no debe imputar a Iglesias?

¿Y cómo puede ser la actuación de García Castellón una operación política si es el mismo juez que ha promovido la investigación de la Kitchen?”.

En la COPE, el economista José María Gay de Liébana decía: "No sé por qué pero esa música de que todo irá bien y de que el futuro es nuestro, me suena, o lo que es lo mismo, lo de crear 800.000 puestos de trabajo en tres años ya lo he escuchado antes y, al final, que recuerde, fueron pomposos brindis al sol que luego acabaron como el rosario de la aurora, con pérdidas económicas y más paro. Las palabras, cuando se entonan, son agradables al oído. Otra cosa es si la rumba es marchosa y cala, invitando a mover el esqueleto. Si toda nuestra suerte la fiamos a hipotéticos 72.000 millones de euros que tienen que venir de Europa, uno no acaba de interpretar cómo tal suma disparará nuestra economía para ser la costa rica de Europa, y no sé si lo de costa rica va con mayúscula o minúscula.

Lo que sí sabemos es que a la economía española le falta protección al empleo, al margen de ERTE que apuntan hacia un limbo laboral a perpetuidad. Que nuestra economía real no cuenta con facilidades para evitar la destrucción empresarial, sin ayudas ni exoneraciones fiscales y de cotizaciones sociales para detener la sangría del endeudamiento y que nuestras empresas están asfixiadas sin liquidez. Sí constatamos que no se está haciendo nada para posibilitar la reasignación de trabajadores, cualificándolos para que puedan sumar en sectores que son los que tirarán del carro. Sí sabemos que se está cavando una fosa mortal de deuda pública incontrolable e impagable y que desde el exterior ven una España que avanza hacia la bancarrota a pasos agigantados, con unas consecuencias fiscales a medio plazo catastróficas. Y que en vez de ofrecer estímulos fiscales para atenuar la desaceleración se están sembrando más figuras tributarias para dinamitar nuestra economía. ¿Cómo puede hablarse de reconstrucción cuando España se está destruyendo?".