La HBP se desarrolla en la zona que rodea la uretra produciéndose un crecimiento que la comprime
Si eres hombre y presentas micciones nocturnas, la necesidad de orinar frecuentemente o dificultad para comenzar a orinar, la disminución del chorro miccional, o bien una micción entrecortada, debes acudir a tu urólogo de referencia porque puede que padezcas un problema frecuente en la próstata, y que se llama hiperplasia o hipertrofia benigna de próstata (HBP).
“Estos síntomas se deben fundamentalmente a que el crecimiento benigno de la glándula prostática bloquea el paso de la orina. La HBP o adenoma de próstata afecta a un 50% de los hombres a partir de los 60 años, aumentando esta cifra con la edad. Debido a esta afección, que comprime la uretra, los varones encuentran dificultad para miccionar con normalidad, pudiendo desarrollar piedras en la vejiga y, en el peor de los casos, fallos renales”, afirma el jefe de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional (Madrid), el doctor Antonio Allona.
Desde la Asociación Española de Urología subrayan en este sentido que el objetivo de la cirugía debe ser siempre la extirpación completa del tejido prostático obstructivo, dado que la HBP se desarrolla en la zona que rodea la uretra (conducto urinario), produciéndose un crecimiento que la comprime.
El procedimiento Rezum es una “novedosa y eficaz” técnica para tratar la Hiperplasia Benigna de Próstata, basada en la energía del vapor de agua
“La cirugía pretende eliminar esta zona, preservando el resto de la próstata. Las técnicas quirúrgicas actuales se realizan la mayoría por vía transuretral (a través del conducto urinario) logrando muy buenos resultados en general”, remarca la entidad.
Frente a la elección de un tratamiento u otro el especialista de Quirónsalud remarca que el objetivo debe ser siempre mejorar la calidad de vida del paciente desde el punto de vista miccional, y para ello ve fundamental contar con buenos profesionales y con las últimas tecnologías.
En concreto, ve idóneos y “con óptimos resultados” la enucleación prostática con láser de holmio (HoLEP), “actualmente una de las mejores opciones quirúrgicas, ya que consiste en una solución mínimamente invasiva, definitiva y muy eficaz"; y el sistema de vapor de agua Rezum, “también mínimamente invasivo, y con él se consiguen excelentes resultados preservando por completo la función sexual del paciente, incluida la eyaculatoria y permitiendo, en la mayoría de los casos, que los pacientes puedan abandonar su medicación”. Se trata de dos procedimientos que, precisamente, el Hospital Ruber Internacional acaba de incorporar a su cartera de servicios.
Holep, una técnica mínimamente invasiva
En concreto, una de las características de la enucleación de próstata es que permite reincorporarse a sus actividades de una forma muy precoz, en 1 o 2 semanas tras la cirugía, al tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo.
El jefe asociado de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional, el doctor Juan Ignacio Martínez-Salamanca, destaca que se trata de una intervención que no produce ninguna herida en la piel, ya que se realiza a través de un conducto natural, la uretra, y por ello no necesitará curas, ni tampoco la retirada de grapas posterior. Otra de sus ventajas, según apostilla, es que permite resolver próstatas de cualquier volumen.
Las técnicas quirúrgicas actuales se realizan la mayoría por vía transuretral (a través del conducto urinario) logrando muy buenos resultados en general
"Este procedimiento elimina la totalidad del adenoma (tejido que ha crecido en el interior de la cápsula prostática). Con esta técnica se consigue que la calidad de la micción vuelva a ser óptima. Es, además, la técnica mínimamente invasiva que consigue una mayor reducción de PSA tras la cirugía. Asimismo, no produce disfunción eréctil, ni alteración del deseo sexual, ni del orgasmo", asegura Martínez-Salamanca.
En concreto, el doctor Allona explica que la intervención dura entre 60 y 70 minutos y es compatible con pacientes de edad avanzada, o con aquellos que padezcan otras enfermedades asociadas, por tener un postoperatorio más corto y sin apenas dolor. “Se realiza con la ayuda de equipos de láser y de endoscopia muy avanzados, y requiere de un adiestramiento muy exigente por parte del cirujano”, sostiene el urólogo.
Se realiza bajo anestesia, y en ella se introduce un cistoscopio lubricado a través de la uretra, lo que permitirá acceder con la fibra láser hasta la próstata sin necesidad de realizar incisiones. “Se realiza en dos fases: primero, se lleva a cabo la separación del adenoma prostático; y a continuación, se extrae el tejido enucleado del interior de la vejiga mediante un instrumento quirúrgico llamado morcelador de tejidos, basado en un sistema de succión y corte. Todo el tejido extraído se envía para estudio anatomopatológico (biopsia)".
La energía del vapor de agua
Otro de los sistemas recientemente incorporados en Ruber Internacional, según prosigue el doctor Martínez-Salamanca es el procedimiento Rezum, una “novedosa y eficaz” técnica para tratar la Hiperplasia Benigna de Próstata, basada en la energía del vapor de agua: “Inyecta vapor de agua, obtenido a través de radiofrecuencia, en la zona de la glándula prostática. Dicho vapor de agua genera energía térmica que elimina el tejido prostático sobrante responsable de la obstrucción del flujo de la orina”.
Frente a la elección de un tratamiento u otro los especialistas de Quirónsalud remarcan que el objetivo debe ser siempre mejorar la calidad de vida del paciente
Al desbloquear el paso de la orina, detalla el jefe asociado de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional, se reducen los síntomas propios de la HBP como las micciones nocturnas frecuentes, la disminución del chorro miccional, o una micción entrecortada, débil y lenta
En última instancia, el doctor Antonio Allona subraya que Rezum es un procedimiento rápido, que dura entre 30 minutos y 1 hora, y que, gracias a este sistema de inyección de vapor de agua, la intervención es mucho menos invasiva que con otras técnicas. “Se realiza bajo sedación o anestesia local y no requiere hospitalización”, concluye el experto.
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