Las úlceras de la pierna son heridas abiertas en la piel que aparecen por debajo de la rodilla, generalmente, y consecuencia de que el flujo sanguíneo es deficiente en la parte inferior de la pierna. Aparte de ser antiestéticas pueden resultar dolorosas o infectarse. De media, además, tardan de seis a nueve meses en cicatrizar, aunque algunas otras tardan años, y otras pocas nunca lo hacen. Incluso, las que se curan pueden volver a reaparecer. Por tanto, un correcto manejo de esta patología es imprescindible.

“Las úlceras venosas representan entre el 80-85% de las úlceras vasculares, y son una de las complicaciones de la insuficiencia venosa crónica, es decir varices que no se han tratado de forma temprana. En la actualidad, las úlceras en las piernas representan un grave problema de salud pública, y en el caso concreto de las úlceras vasculares, estas están presentes en un 3% de la población adulta, afectando mayoritariamente a pacientes mayores de 60 años”, explica el jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional (Madrid), el doctor Pablo Gallo.

Es más, destaca que las úlceras vasculares repercuten “enormemente” en la calidad de vida de las personas, llegando a limitar la movilidad de quienes las padecen. Además, dice que presentan un alto riesgo de infección que en casos extremos pueden incluso llegar a la amputación. “Se producen por problemas de circulación sanguínea, producidas por enfermedades de las venas o de las arterias, y en algunos casos pueden ser mixtas”, subraya el especialista de Quirónsalud.

A su vez, advierte de que las úlceras que no se curan, o bien que se curan pero que vuelven a aparecer, pueden deberse a un problema arterial: "Las úlceras arteriales representan el 10-25%, principalmente afectando a personas mayores de 50 años y es más frecuente en población masculina; en mujeres la prevalencia suele aumentar a los 65 años de edad. Por ello, la importancia de ser valoradas por una unidad de patología vascular, para identificar si la lesión es de origen venoso o arterial".

Se producen por problemas de circulación sanguínea, debido a enfermedades de las venas o de las arterias, y en algunos casos pueden ser mixtas

Síntomas de insuficiencia venosa crónica

En este sentido, el experto alerta de que la insuficiencia venosa crónica puede manifestarse con molestias en las piernas como pesadez o dolor, sensación de calambres u hormigueo, también pueden presentar hinchazón, varices gruesas y/o finas, cambios de coloración de la piel, etc. "Con el tiempo la piel también se debilita y facilita la aparición de heridas, heridas que no curan y pueden progresar hasta transformarse en una úlcera. Estas molestias son más intensas en verano y también al permanecer mucho tiempo de pie”, agrega el doctor Gallo.

Para su prevención, este especialista de Quirónsalud ve necesario un buen control de la glucosa en sangre, sumado a hábitos de vida saludable, cuidado de los pies, así como una buena elección del calzado.

En cuanto al diagnóstico, el jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional indica que se obtiene al realizar una historia clínica completa para identificar los factores de riesgo, acompañada de una exhaustiva exploración física de los miembros inferiores, identificando integridad de la piel, presencia de lesiones, valoración de la circulación, de la sensibilidad, temperatura y coloración entre otras pautas.

"El Eco-Doppler es una herramienta que nos proporciona información importante sobre la circulación sanguínea. En algunos casos para identificar el grado de afectación se puede realizar arteriografía u otras pruebas de imagen", afirma por su parte el doctor Santiago Zubicoa, responsable de la Unidad de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Ruber Internacional.

La herida siempre debe permanecer limpia y vendada para prevenir infecciones

Fundamental: tratamiento antes de las úlceras

Sobre el tratamiento, el doctor Gallo indica que debe ir orientado a la prevención. A su juicio es recomendable realizar un tratamiento antes de que aparezca la úlcera en las piernas o en los pies. "Para prevenir las úlceras venosas se debe tratar la insuficiencia venosa (varices), y actualmente contamos con métodos mínimamente invasivos que se realizan sin hacer incisiones y se tratan de forma endovascular como es el caso de la radiofrecuencia", asegura.

No obstante, una vez aparecida la úlcera, el principal tratamiento consiste en emplear vendajes o medias que compriman la pierna (tratamiento de compresión), con el objetivo de aumentar el flujo sanguíneo en las venas, al mismo tiempo que es fundamental, según agrega el doctor Zubicoa, el cuidado y limpieza de la herida.

En este sentido, aporta las siguientes instrucciones básicas a la hora de limpiar una herida de este tipo:

  • El médico especialista le indicará cada cuánto necesita cambiar el vendaje.
  • Antes de colocar un vendaje, siempre se debe limpiar bien la herida, pero de acuerdo con las pautas establecidas por el médico.
  • La herida siempre debe permanecer limpia y vendada para prevenir infecciones.
  • Mantener secos el vendaje y la piel de alrededor también es fundamental.
  • Si emplea medias de compresión o vendajes sobre el apósito, su médico le puede enseñar cómo colocar los vendajes de forma correcta.

Ahora bien, el doctor Zubicoa explica que cuando la enfermedad arterial periférica esta instaurada, hay que hacer un estudio minucioso para determinar si el tratamiento debe ser conservador como el anteriormente explicado, o bien si es necesario realizar tratamientos endovasculares para hacer llegar más sangre a las piernas.

El Eco-Doppler es una herramienta que proporciona información importante sobre la circulación sanguínea

"En casos extremos donde no hay posibilidad de hacer llegar sangre o ante la existencia de osteomielitis (infección ósea), y/o necrosis de los dedos o de todo el pie, estará indicada la amputación", concluye por su parte el doctor Pablo Gallo, jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional (Madrid).