El salvajismo y la brutalidad del yihadismo islámico han quedado demostrados de nuevo en Uganda, cuando un grupo vinculado al Estado Islámico -las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF)- asesinó a 39 estudiantes de un colegio de secundaria y a otras dos personas. 

Además, otras ocho personas fueron rescatadas con vida, aunque se hallan "en situación crítica" en el hospital de localidad de Bwera.

En concreto, los dormitorios de los estudiantes fueron incendiados y los estudiantes fueron acuchillados. Funcionarios y testigos precisaron que durante el ataque se utilizaron armas de fuego y cuchillos.

El general Dick Olum indicó a AFP que, según la información recabada, los milicianos llevaban al menos dos días en la zona. Según afirmó, los atacantes tenían información detallada sobre la escuela de secundaria. "Sabían dónde estaban los dormitorios de los chicos y las chicas", recoge  RFI. 

"Los rebeldes cerraron con llave el dormitorio de los chicos y le prendieron fuego. La sección de las chicas no la cerraron, de manera que estas pudieron salir corriendo, pero al hacerlo unas fueron atacadas con machetes y otras recibieron disparos", explicó el militar.

Según el oficial, algunos cuerpos están tan calcinados que se necesitarán exámenes de ADN para identificarlos.

"Los responsables de este acto espantoso deben ser llevados ante la justicia", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.