El presidente de Argentina, Javier Milei -que tomó posesión de su cargo el pasado 10 de diciembre-, llegó ayer martes a Davos, para participar en el Foro que lleva el nombre de la ciudad suiza. Y, por cierto, lo hizo en un vuelo comercial. 

En este foro económico -que reúne a empresarios y dirigentes políticos de todo el mundo- tradicionalmente caracterizado por sus esencias capitalistas (que no es lo mismo que liberales, es decir, que capitalismo y liberalismo no son lo mismo), aunque últimamente haya virado hacia la social-democracia (o el estatismo), Milei se perfila como el único defensor del liberalismo, es decir, de la prevalencia de la persona -y no del Estado- en la actividad económica. 

Y por esa razón, por ese cierto exotismo, Milei se ha convertido en la gran estrella de la edición del Foro de Davos de este año. De hecho, su discurso -que pronunciará hoy miércoles- se titula 'Libertad, la clave de la prosperidad'. 

En declaraciones a Infobae, el propio Milei explicó cuál será el objetivo de su discurso: "Plantar las ideas de la libertad en un foro que está contaminado de la agenda socialista 2030 y que lo único que va a traer es miseria al mundo". 

El equipo de Javier Milei ha confirmado que el presidente argentino se reunirá con la directora gerente​ del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y su homólogo francés, Emmanuel Macron. 

Lo cierto es que Milei está logrando también un gran apoyo dentro de su país, pues el 63% de los argentinos aprueban los primeros compases de su gestión, que trata de desregular, descentralizar y liberalizar la economía.

Como se recordará, durante la campaña electoral, el actual presidente argentino se las tuvo tiesas con su compatriota, el Papa Francisco. De hecho, le llamó "jesuita que promueve el comunismo", "el representante del maligno en la Tierra" y "un imbécil que defiende la justicia social".

Sin embargo, tras su triunfo -y tras la felicitación del Pontífice por ello- recientemente Milei invitó al Santo Padre a visitar la Argentina: "Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a la Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto".

Y parece que el Pontífice ha tomado nota de la invitación, pues en una reciente entrevista adelantó su intención de viajar a su país natal en el segundo semestre de este año. 

Pero antes de ese viaje, el Papa ha tenido tiempo de recibir en el Vaticano al expresidente Alberto Fernández, el que logró la aprobación del aborto en Argentina. 

Fernández agradeció al Papa “todo lo que ayudó y ayuda a la Argentina. Tuve la dicha de poder escuchar una vez más, con humildad, sus valiosas reflexiones sobre el presente de nuestro mundo”.