Empezamos esta crónica semanal de Hispanoamérica —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI— en México, para defender el principio no negociable del derecho a la vida. 

México es uno de los países hispanoamericanos más azotados por la violencia causada por el crimen organizado y las narcobandas criminales. En ese sentido, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia ‘Minerva Bello’, ha pedido a las autoridades mexicanas que actúen para garantizar la seguridad en una de las comunidades de la sierra de Guerrero (en el Estado de Guerrero), donde en las últimas fechas han tenido lugar incidentes violentos entre estas bandas en lugares como el municipio de General Heliodoro Castillo. 

En un comunicado en Facebook, el sacerdote señaló que tras una inspección por alguno de los lugares afectados por esta violencia “pudimos constatar la presencia de un vehículo calcinado en el cual se encontró un número indeterminado de cuerpos calcinados, se apreció al menos la existencia de cinco cráneos. Se reportaron seis sobrevivientes y el resto de personas se desconoce su paradero”.

Se da la circunstancia de que Velázquez Florencio fue objeto de un atentado el pasado mes de octubre, debido a las denuncias que emite contra la plaga de la violencia en el país centroamericano .

La iniciativa 'Sembrando Semillas de Esperanza' tendrá lugar en ocho de los 14 departamentos en los que se divide El Salvador, aunque la idea es ejecutarlo posteriormente en todo el país

Nos vamos ahora a El Salvador, para destacar la labor que la Iglesia católica realiza en favor de los más necesitados, tanto en su dimensión espiritual como en la material. En concreto, la Iglesia presentó recientemente un proyecto -denominado 'Sembrando Semillas de Esperanza'-, cuya finalidad es contribuir al pleno desarrollo humano y espiritual de niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, informa Aciprensa. 

La iniciativa tendrá lugar en ocho de los 14 departamentos en los que se divide la nación centroamericana. Aunque la idea es ejecutarlo posteriormente en todo el país. 

El proyecto fue dado a conocer el pasado 7 de enero por el Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. Luigi Roberto Cona, con estas palabras: "Deseamos entonces abrir nuestros colegios y escuelas católicas para ofrecer a todos los niños y jóvenes necesitados de El Salvador, en horario extracurricular, un lugar sano a donde transcurrir el tiempo libre”. 

Y entre las acciones en las que se concretará figuran, por ejemplo, cursos de refuerzo escolar, formación humana y espiritual, atención nutricional, psicológica y médica, así como actividades lúdicas y recreativas”, en palabras del propio Mons. Cona. 

El pasado 20 de diciembre fue detenido por el régimen sandinista el obispo de Siuna, Mons. Isidoro del Carmen Mora Ortega

Nuestro siguiente destino en esta crónica semanal sobre Hispanoamérica es Nicaragua, donde las noticias sobre la persecución que está llevando a cabo la dictadura de Daniel Ortega contra la Iglesia católica no cesan. 

De hecho, el pasado 20 de diciembre fue detenido por el régimen sandinista el obispo de Siuna, Mons. Isidoro del Carmen Mora Ortega, que fue arrestado justo un día después de que se atreviese, en una eucaristía, a rezar públicamente por el otro obispo detenido por Ortega, Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado hace casi un año en febrero de 2023, a nada menos que 26 años de cárcel, tras haberse negado a ser expulsado del país para permanecer con su pueblo. 

Así las cosas, hasta la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) ha pedido a la dictadura nicaragüense que dé a conocer el lugar donde se encuentra detenido Mons. Isidoro del Carmen Mora Ortega. Así lo expuso dicha Oficina de la ONU en la red social X (antes Twitter). 

A todo lo anterior hay que añadir que 17 curas también apresados por el régimen sandinista de Ortega fueron llevados a la cárcel «La Modelo», un establecimiento penitenciario conocido por sus prácticas de tortura. 

Además, la Alianza Universitaria Nicaragüense explicó que cinco de esos 17 curas padecen importantes problemas de salud que precisarían de cuidados médicos especializadla, así como de medicinas adecuadas. Pero la dictadura, en su línea represiva, ha hecho caso omiso de estas peticiones.