Hispanidad recogió el ataque que había sufrido el pasado 7 de octubre el convoy en el que viajaba el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, del que salió ileso. 

Ese 7 de octubre, Noboa había decretado el estado de excepción en 10 de las 24 provincias del país, para hacer frente a las protestas protagonizadas por grupos izquierdistas e indigenistas, que se oponen a la supresión del subsidio al diésel y a otras iniciativas económicas del Ejecutivo, como su ofensiva militar contra la minería ilegal. El estado de excepción se extenderá durante un total de sesenta días. Los disturbios, que comenzaron el pasado 22 de septiembre, han dejado un manifestante muerto por un disparo y unos 150 heridos entre civiles, policías y militares y cerca de un centenar de personas apresadas. 

Ayer miércoles, el Gobierno de Ecuador llegó a un acuerdo con los indigenistas que protagonizaban las protestas contra las políticas de Noboa, un acuerdo que no fue secundado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, la más grande y que había convocado el "paro nacional indefinido". Durante las protestas hubo dos muertos.  

A todo ello hay que sumar que hace casi dos años que el presidente Noboa calificó como terroristas a las narcobandas criminales más poderosas y ordenó que los militares ayudasen a la policía en labores de seguridad.

Y hasta junio de este año se han producido 4.619 homicidios, un 47% más que en el mismo semestre del año anterior. 

En ese contexto, ayer, 15 de octubre, la ciudad de Guayaquil sufrió dos atentados con coche bomba que dejaron una persona muerta y 26 heridos.