Lo cuentan medios austriacos y el asunto es grave. Al parecer, el SPÖ y el NEOS están trabajando en una propuesta de proyecto de ley para impulsarla al final de mes en el Parlamento. 

El polémico proyecto de ley ha sido revelado por ServusTV. En la norma se prevé que el mero cuestionamiento de la identidad de género será punible -incluso si son los padres quienes estén intentado evitar cirugías irreversibles y tratamientos hormonales- y penado con hasta un año de prisión. 

La psiquiatra vienesa Bettina Reiter advirtió en una entrevista con la emisora: "Todos los médicos que quieran tratar a niños que desean someterse a una reasignación de género de forma diferente serán susceptibles de ser procesados ​​en el futuro". Pero eso no es todo: "Los padres también están siendo criminalizados, y eso es lo peor de todo".

Según el borrador, "Todas las orientaciones sexuales (...), así como la identidad transgénero y la identidad no binaria (...) no son trastornos mentales". Cualquier apoyo que cuestione el deseo de reasignación de género o explore otras soluciones está sujeto a la prohibición. La ley establece: "La aplicación de medidas de conversión (...) a un menor es inadmisible".

¿Lo más preocupante de todo? El Gobierno de Austria está compuesto por una coalición de conservadores (ÖVP), socialdemócratas (SPÖ) y neoliberales (Neos), algo así como PP, PSOE y Sumar. El caso es que el proyecto está impulsado por dos de los partidos del Ejecutivo austriaco.