Cinco pactos de Estado le propuso Feijóo a Sánchez cuando era el candidato a la presidencia del gobierno: Sánchez ni los escuchó. Es más, se hizo sustituir por su mamporrero, Óscar Puente para darle la réplica en la tribuna del Congreso, él ni se dignó hablar.

Pero ahora, ya presidente del Gobierno con los votos de Junts, Sánchez vuelve a exhibir diálogo con el PP. Ahora está dispuesto a crear una Comisión, junto al PP, al que propone tres pactos (el orden tiene su importancia): empezando pro el final propone pactos imposibles a Feijóo... para que este responda que no. 

Tres posibles acuerdos: financiación autonómica, reforma del CGPJ y reforma constitucional para cambiar el término 'disminuido'. Esto último, una chorrada, no un motivo para nada menos que reformar la Constitución.  

La reforma de la financiación autonómica -a través de una comisión con el PP es de más enjundia pero tiene su gracia: porque, sin pactar con el PP, naturalmente, resulta que Sánchez ya ha condonado, al menos los intereses de la deuda catalana, en detrimento del resto de las regiones, sobre todo de las menos endeudadas como Madrid. 

También le propone Sánchez a Feijóo que se renueve el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)  pero sin reformar la ley de lección, como les pide el PP: es decir, que los jueces elijan al poder judicial, no los políticos o, al menos, en mayor medida. 

En suma, que el PSOE quiere hacerse con el último bastión judicial que le queda.

Sánchez ya controla al maleable fiscal general del Estado, García Ortiz y sobre todo ,al Tribunal Constitucional que preside Conde-Pumpido

Veremos dónde acaba este nuevo paripé monclovita. Posiblemente en nada.