Pese a los empeños de Aló presidente, desde la Moncloa, de asegurar que no hay caso, que son 3 personas, no más, encima tres individuos a los que ni conocen por Ferraz, parece que la Justicia no lo ve de la misma forma.
Si esta semana aumentaban los delitos imputados a la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, la pasada semana Santos Cerdán comenzaba su estancia en Soto del Real y Ábalos acudía a declarar, ahora Bolaños, el Delegado del Gobierno, Begoña Gómez, David Sánchez, y Álvaro García Ortiz penden de un hilo. Hoy la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS) ha preguntado a la Fiscalía si debe imputar a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, por supuestamente haber mentido cuando acudió por primera vez a la comisión de investigación del «caso Koldo» en el Senado y negó conocer a Víctor de Aldama.
Corresponde al Alto Tribunal ya que la balear está aforada como tercera máxima autoridad del Estado. El TS mueve ficha tras la querella de Hazte Oír contra Armengol, acusándola de haber cometido un delito de falso testimonio ante comisión parlamentaria.
Y es que Francina fue a declarar el 7 de junio del año pasado a la Cámara baja, y allí aseguró que "no conocía" a Aldama y que por supuesto nunca jamás de los jamases había "hablado nunca" con él, vamos ni se lo habían presentado. Todas estas respuestas fueron a preguntas del senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo Moreno.
Pese a la promesa de Armengol, el pasado diciembre se publicaron una serie de whatsapps en los que se veía cómo intercambiaban conversaciones la por aquel entonces presidenta socialista de Baleares y el empresario. En ellos, Armengol le preguntaba si conocía a «alguien que vendiese mascarillas infantiles».
«Te lo arreglo. Déjame unas horas», le contestó él, y, como respuesta de Francina: «es para tener una idea de precios».
La respuesta de Aldama fue: «Hombre, para niños será casi regalado. Nadie va a querer hacer negocio con eso», y le pidió que le «dejase unas horas, por favor» para llevar a cabo la gestión. En su mensaje incluyó un emoticono de un beso, le respondió que «solo faltaría», típica respuesta que le das a alguien que no has conocido de nada. Es más, no era Francina la que escribía.
Apoyándose en estos mensajes, Hazte Oír llevó el pasado 14 de junio a la Justicia que Armengol mintió cuando negó conocer a Aldama, con el objeto de evitar «atraer cualquier sospecha sobre su posible implicación», consciente de las «responsabilidades penales a las que podría enfrentarse». Además, recalcan el contexto de la conversación: la compra de mascarillas, objeto de la investigación de la comisión de la «operación Delorme».
Precisamente ayer miércoles, Armengol volvió a esa comisión y los senadores le acusaron de haber faltado a la verdad. ¿Y qué hizo Armengol? Coger el estilo Sánchez, la culpa es de otro.
«Ni mintió ni ocultó información», simplemente es que hace un año tuvo un lapsus al rechazar cualquier vínculo con Aldama: «no pensó que lo conociese».Y ojo porque volvió a negar que intercambiara mensajes con el empresario y que nunca tuvo contacto telefónico.
Llegando a asegurar que ese mensaje lo pudo haber «enviado a otras personas», pero «no» al comisionista. Y sólo aceptó que coincidió con Aldama en una ocasión durante una reunión con el presidente de Globalia, Pepe Hidalgo.












