El libro de la periodista francesa Laurence Debray tras una conversación en Abu Dabhi promete. Sobre todo, por esta afirmación de la autora: “Mas que un rey caído es un padre repudiado”. Otrosí: que Felipe VI no le llamara para felicitarle por su octogésimo tercer cumpleaños, es algo que no se olvidará.

Y es que los españoles pueden aplaudir a un rey abdicado por presunta corrupción pero no a un hijo que reniega de su padre para mantener el trono… y para mantenerse en el trono.

Y Sánchez, cuyo narcisismo le lleva a soñar con presidir la III República, no afloja el nudo con el que ata a padre e hijo

Por tanto, si Juan Carlos I muere en Abu Dabhi, Felipe VI no se mantendrá en el trono.

Y Sánchez, cuyo narcisismo le lleva a soñar con presidir la III República, no afloja el nudo con el que ata a padre e hijo. Cada elogio a Felipe VI es también una puñalada a la monarquía. 

A destacar, también, la actitud de la Reina Sofía, que un mantiene intacta su popularidad entre los españoles pero crece el número de ciudadanos que se preguntan por qué la Reina de España no visita a su esposo de forma regular o, sencillamente, porque no se marcha con él a Abu Dabhi. A fin de cuentas, ella fue uno de los miembros de la Familia Real que más insistió en que abdicara, algo que ahora está claro, fue un error.   

¿Por qué la Reina Sofía no visita más a su esposo en Abu Dabhi?

En cualquier caso, si Juan Carlos I muere en el exilio la sombra de la III República tomará cuerpo. Y a España nunca le han sentado bien las repúblicas.

Siempre nos quedará Letizia.