El régimen sanchista está muy molesto con el juez Juan Carlos Peinado por la instrucción que está llevando a cabo en el caso Begoña Gómez, en el que investiga a la mujer del presidente del Gobierno por los presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida, intrusismo laboral y malversación de caudales.

Durante la instrucción, el también titular del juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid llamó a declarar al ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, para interrogarle acerca de la contratación de Cristina Álvarez, la ayudante de Gómez, pues el juez sospecha que pudo haber un delito de malversación. 

El interrogatorio no gustó nada a Bolaños y le sirvió de excusa para elevar una queja ante el órgano de gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con la intención última --y esto es lo que pretende el sanchismo--  de apartar al juez Peinado del caso, según cuenta hoy La Razón. 

En declaraciones a este medio, fuentes de Moncloa afirman que el magistrado que instruye el caso Begoña "es un elemento nocivo para el buen nombre y la necesaria apariencia de imparcialidad de la carrera judicial. Se ha convertido en un ejemplo de juez pésimo". "Lleva un año y medio buscando delitos donde no los hay". 

Pero la realidad es que, según informa este mismo medio, la reprimenda del CGPJ podría consistir en una mera amonestación.

Algo que corrobora El Confidencial  --que argumenta que el desarrollo de la instrucción es competencia exclusiva del juez y pertenece a su potestad jurisdiccional y allí el CGPJ no tiene nada que decir--  y OK Diario, que ha recogido opiniones de otros magistrados que no ven futuro alguno a la queja de Bolaños: «Se cree que por ser tres veces ministro, está por encima de la ley. ¿Qué pasa? ¿Que un juez no puede interrogar al tres veces ministro? Eso es de ser un prepotente», sentencia Javier Borrego, exmagistrado del Tribunal Supremo y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). 

En ese contexto, hoy ha trascendido que el CGPJ tramita otra queja contra el juez Peinado, que parte del diputado del PSOE Guillermo Hita (qué raro, un socialista), por haber archivado una causa judicial --en la que estaba investigado el gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT)--  tras haber olvidado prorrogar su instrucción. 

Pero lo que está claro es que el sanchismo busca tumbar a uno de sus principales quebraderos de cabeza. En este sentido, cabe recordar las dos denuncias por prevaricación, presentadas contra Peinado, tanto por Begoña Gómez como por su esposo Pedro Sánchez, ambas desestimadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. 

Aunque también hay que recordar cuando, hace un mes, el Tribunal Supremo desestimó una  exposición razonada de Peinado para investigar a Bolaños, por presuntos delitos de malversación y falso testimonio en la contratación de Cristina Álvarez. A juicio del Supremo, “no se advierte en la exposición razonada una imputación de delito suficientemente individualizada, ni se expresa con un mínimo respaldo indiciario que permita acordar la incoación de causa penal”.