Consejo de Ministros del martes 18 de octubre. Salen a escena Isabelita Rodríguez Goebbels acompañada de una mujer llamada Teresa Ribera, de gesto cansino, agotada como está de tenernos que explicar a los pobres mortales los misterios de una vida verde.  

La ministra portavoz nos suelta aquello de "proteger a la gente", lo cual podría resultar hasta divertido a estas alturas, pero no en esta ocasión. Porque también nos cuenta que destinará 38 millones de euros a fomentar la inclusividad en la educación infantil y primeros cursos de primaria. Traducido, eso se concreta en la educación sexual de Irene Montero, para quien un niño, o niña, o niñe, deben acostarse con quien les venga en gana, siempre que sea con libre consentimiento. ¿Libre consentimiento de un niño? ¿Y eso que yé oh? 

Es decir, que ya se imaginan ustedes a qué van a dedicar esos 38 millones de euros: a la perversión de los menores indefensos ante la vomitiva ideología de género.

Encima, de las 18 medidas energéticas, de la cuales ninguna servirá para reducir la tarifa de la luz, la que sin duda resultará más llamativa es la de la nueva normativa para cambiar la bombillas municipales por otra menos contaminantes, Ya saben, esa operación la promulgó Miguel Sebastián, y desde entonces se habla de la España oscura y con más delincuentes.

Es decir, que el Consejo de Ministros ha acentuado la corrupción de menores en la España oscura. 

Como ceutíes y melilleses braman por entregarles a Marruecos, Sánchez les hace un "plan estratégico"

Volcamos a la luz, Rodríguez habla de cuatro de cada 10 hogares españoles que se verán beneficiados por las nuevas medidas del Gobierno. Con un coste de 3.000 millones de euros atención, 'movilizados'. Preciosa palabra esta de la movilización de fondos. Nadie sabe lo que es pero en su campo semántico se agrupan donaciones, presupuestos, créditos... lo que haga falta. 

En cualquier caso, las nuevas ayudas energéticas no son sino más de lo mismo. Es la especialidad del Sanchismo: miniayudas, que ya me dirán ustedes lo que significan, 3.000 millones de euros para el 40% del total de los hogares españoles: poco de nada, qué ocasión para que Pedro Sánchez lo venda una y otra vez.

Megaplanes de miniyudas: 3.000 millones en descuentos energéticos para 4 de cada 10 hogares: tocan a muy poco

Al final, hablamos de un pupurri, de ampliación del bono social, de ampliar el posible autoconsumo gratuito de 500 a 1.000 metros de los enlaces, de cambiar contadores analógicos por digitales, de abaratar las calderas colectivas, etc. 

Todo ello recuerda aquella obsesión de Ana Botella, cuando su marido era presidente del Gobierno, con la rebaja de la bombona de butano. Según ella, lo consumían las clases más necesitadas, pero también lo consumía Juan Abelló en su finca de caza. 

Más medidas del Gobierno Sánchez. Como en Ceuta y Melilla braman contra su traición pro-marroquí, don Pedro se inventa un plan estratégico para las plazas africanas, con ideas tan ocurrentes como convertir a Ceuta en la capital de la formación profesional. O sea, más propaganda.

Goebbelina entra en trance: Sánchez es el presidente de un Gobierno que ofrece una "respuesta inédita a la adversidad". ¡Toma ya!

Otro crédito para el AVE Palencia-Santander, quizás el menos necesario de todos. 

Todo ello para terminar con la pavada de la ministra Isabel Rodríguez 'Goebbelina', quien entra en trance y proclama, no me invento nada, yo estaba allí, aquello de que Sánchez es el presidente de un Gobierno que ofrece una "respuesta inédita a la adversidad". ¡Digo!