El Ministerio de Igualdad quiere que los niños aprendan cuanto antes contenidos de educación sexual para que sean quienes quieran «sin miedo, sin culpa y sin ningún tipo de discriminación».

Según Infocatólica, el ministerio que dirige Irene Montero hace hincapié con su Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en la incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo. «El sistema educativo contemplará la formación en salud sexual y reproductiva, como parte del desarrollo integral de la personalidad y de la formación en valores», reza el texto. Se trata de promover una visión de la sexualidad «en términos de igualdad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos», así como al reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual, así como “asegurar el acceso efectivo al derecho al aborto y garantizar la educación sexual y reproductiva para todos los niños y las niñas”. 

Y prosigue el articulado apostando por el «desarrollo armónico de la sexualidad acorde con las características de las personas jóvenes», la prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual y especialmente la prevención del sida y de embarazos no deseados.   

Se espera que el borrador esté listo en diciembre, pero mientras ya van introduciendo píldoras a través de Twitter para concienciar a los jóvenes sobre cómo debe de ser, según ellos, una buena educación sexual «integral con enfoque de género». En Twitter adelantaron en su día las líneas maestras:

Salud sexual

Para Montero, la influencia de los padres no puede o debe ser clave y menos obstáculo para la educación sexual de los niños y jóvenes. De hecho, la ministra de Igualdad insistió en que la educación sexual será «integral» e «independientemente de quienes sean sus padres» y «del colegio al que vayan«. Esta educación, dijo, es «la única forma de construir una sociedad basada en buenos tratos» y «contra el odio» de la «extrema derecha».

Al final, lo que se pretende es el sexo sin concepción -anticopcneptivos- y concepción sin sexo (el que quiera hijos que se espere a ser mayor o que recurra a la FIV). Eso sí, para copular, cualquier tiempo es bueno.

Recuerden que la iniciación temprana en el sexo fue una de las constantes en la Europa del este durante el peirodo comunista. Si los menores empiezan a tener relaciones sexuales hoy, mañana serán ciudadanos sumisos al poder político e incapaces de formar una familia. Todo sea por promover relaciones sexuales placenteras. Eso es lo único que le importa a Irene Montero. También se le conoce como perversión de la infancia.