Consejo de Ministros del martes 5 de julio. Isabel Rodríguez, Carolina Darias y la vicepresidenta Nadia Calviño, salen a escena con una hora de retraso sobre el horario previsto pero doña Isabel no pide disculpas: ¿para qué? Sólo son periodistas.

Sesión de propaganda: Sánchez cumplirá su compromiso de realizar un Debate sobre el Estado de la Nación, la verdad es que lo necesita, para retomar la iniciativa perdida. Está bien, porque lleva siete años sin hacerlo: en tres de ellos el culpable fue Rajoy, en el intermedio ninguno, en los otros tres el culpable es Sánchez, entró en Moncloa el 1 de junio de 2018.

Sutil amenaza de la portavoz Isabel Rodríguez: la coalición no es un fin en sí mismo. Lo son los españoles y las españolas 

Más propaganda: el 15 de julio, en el Palacio Real, se perpetrará otro acto masónico en recuerdo de las víctimas del Covid. Y el Rey de España, un tal Felipe VI, continúa tragando. O a lo mejor es que le gusta.

Más: la nueva consigna de Rodríguez: el Sanchismo lo ha tenido difícil porque su mandato ha sido de auténtica "excepcionalidad". Que si no... Con un Gobierno que se cae a pedazos, hay que buscar el enemigo fuera.

Lo primero: 1.000 millones de crédito especial para el Ejército. Es lo que tiene salvarse políticamente gracias a la Cumbre de Madrid. Y lo curioso es que no sabemos para qué. Es un asunto en "verde", asegura Rodríguez. Es decir, que no se ha debatido en Consejo de Ministros porque ya estaba decidido.

Otro conejo sale de la chistera: hacer fijos a 67.000 sanitarios. Sí, en una decada y aumentando un gasto público que en breve habrá que reducir

Los morados montan en cólera. Fashionaria Tucán se enfada y asegura que seguirá en el Gobierno por responsabilidad. Menos lobos, doña Yolanda: socialistas y podemitas no romperán jamás porque a ambos les gusta el sillón de mando más que a un tonto una tiza. ¿O es que alguien cree que Irene Montero o la propia Yolanda Díaz soñaron que algún día serían ministras?

Y si convoca ahora elecciones las pierde. A no ser, claro, que llegue la crisis, y ya está aquí, y entonces sea la gente la que les eche a boinazos.

Pero ojo, Rodríguez lanza la amenaza: la coalición no es un fin, es un medio.