Pedro Sánchez es un adelantado de la nueva masonería internacional, es decir, del Nuevo Orden Mundial (NOM). Con el Sanchismo, España se ha convertido en el laboratorio de los horrores del Nuevo Orden Mundial (NOM). Necesitaban un espabilado, intelectualmente débil y, sobre todo, lo suficientemente ególatra como para aceptar cualquier barbaridad -y no le cuesta mucho apropiarse los méritos ajenos- como creación propia e intrasferible.

"La mejor manera de luchar contra la reacción es el feminismo": ¡Toma ya! "Reaccionarios que quieren volver a una etapa idílica que nunca existió": ¿de qué puñetas habla? Conclusión: hay que echar a Sánchez. España se juega mucho; el mundo, también

Ante todo, Pedro Sánchez es un adelantado de la Blasfemia contra el Espíritu Santo, es decir, de los principios inmorales invertidos: lo bueno es malo y lo malo es bueno. Y el que discrepe de este disparate es silenciado y perseguido. Mejor, ambas cosas a la vez, resulta más práctico.

Por todo lo anterior, el presidente del Gobierno en funciones presenta una oratoria errática, oralmente impecable, retóricamente brillante -sí, brillante- y dialécticamente cantinflesca. Dos ejemplos de sus discursos recientes ante Naciones Unidas, sede del Nuevo Orden Mundial: "La mejor manera de luchar contra la reacción es el feminismo": ¡Toma ya! "Reaccionarios que quieren volver a una etapa idílica que nunca existió": ¿de qué puñetas habla? No existe otra solución: hay que echar a Sánchez. España se juega mucho pero el mundo también.

En el Nuevo Orden Mundial (NOM) Pedro Sánchez juega el papel de profanador: profanador de vivos y de muertos, pero, ante todo, de cualquier principio moral

En el Nuevo Orden Mundial (NOM) Pedro Sánchez juega el papel de profanador: profanador de vivos y de muertos, pero, sobre todo, de ideas. Ha dicho de sí mismo que pasará a la Historia por haber desenterrado el cadáver de Franco. ¿Pasar a la Historia por pisarle el rabo al león después de muerto? Al principio me pareció la baladronada propia de un loco. Pero ahora empiezo a comprender. En efecto, pasará a la Historia, sí, como el gran profanador, porque si una obsesión tienen los profanadores, siempre cobardes, es la profanación de cadáveres, del cadáver de quien sea. Resulta cómodo: los cadáveres no se defienden, ni tan siquiera levantan la voz. 

Feminismo contra la vida, ideología de género contra la familia, digitalización contra la libertad, sostenibilidad que nos lleva a la ruina, y blasfemia y profanación de todo lo cristiano, es decir, autodestrucción de Occidente 

Pero, recuerden, la civilización comienza cuando las sociedades empiezan a enterrar, y a honrar, a sus muertos. No a desenterrarlos como venganza de lo que hicieron en vida ayer y a nosotros ha dejado de gustarnos hoy.

Por lo demás, don Pedro lo tiene todo: feminismo contra la vida, ideología de género contra la familia, digitalización contra la libertad, sostenibilidad que nos lleva a la ruina, y blasfemia y profanación de lo cristiano, es decir, autodestrucción de Occidente. 

Cristofobia rabiosa que está pasando de teórica a práctica: hoy los cristianos están siendo martirizados en Oriente y ninguneados en Occidente, especialmente en España  

Al final, de lo que estamos hablando, en lo que se resume todo: estamos hablando de una cristofobia rabiosa que está pasando de teórica a práctica. Hoy, los cristianos están siendo martirizados en Oriente y ninguneados en Occidente, especialmente en España. Estamos en el preámbulo del Juicio de las Naciones, Satán sabe que su reinado toca a su fin y en este escenario, a don Pedro Sánchez le toca un papel ciertamente destacado para un guaperas sin mucho fondo: el de profanador.