¡Ultras!

RTVE, la obra maestra de propaganda del Sanchismo, lleva toda la semana hablando de los ultras violentos, tramas organizadas de fascistas y neonazis que atacan a la policía a traición, a pesar de la paciencia infinita de los antidisturbios de Marlaska, pobrecitos.

Miren ustedes, las manifestaciones contra la ley de amnistía han surgido de las redes sociales y están protagonizadas por gentes pacíficas, entre ellos bastantes ancianos, algunos de ellos gaseados por los antidisturbios de la Policía Nacional: ¡Cuánto valor, agentes! 

Que luego algunos grupos de exaltados se enfrentaran a las fuerzas del llamado orden... pues muy mal, pero no deja de ser una minoría dentro de los manifestantes... pero que ha bastado para jalear que los ultras han salido a la calle y pretenden dar un golpe de Estado o cosa parecida. 

Con ello se justifica el acuerdo con los separatista catalanes y vascos, la venta de España a todos aquellos que le tienen manifiesta animadversión a los españoles.   

Y esto es bello e instructivo, porque resulta que en España apenas existen ultras de derechas pero sí muchos ultras de izquierda. De hecho el grupo más importante de extrema izquierda, el que representa al neocomunismo de Podemos, ahora de Sumar, son ultras, que hacen políticas ultra, que ellos llaman progresistas, desde el mismísimo Ejecutivo y con todo el poder de los recursos públicos y del BOE. 

Lo de la ultraderecha empieza a resultar una coña marinera pero hay muchos que se lo creen, e incluso algunos que se asustan ante el "terrorismo callejero" ultra. Curioso. 

Eso sí, como el Sanchismo siga por este camino, no descarto que la imagen se haga realidad y que el fascismo de verdad surja en España. El culpable será Pedro Sánchez. 

Y no: Vox no es un partido fascista sino un partido cristiano... que ahora no lo puede hacer peor.