Santa Faustina Kowalska, conocida hoy como el apóstol de la Divina Misericordia es una verdadera revolucionaria de la mística
Las témporas eran fiestas paganas para celebrar las cosechas, fiestas que fueron cristianizadas para dar gracias a Dios por las cosechas y para pedir una futura cosecha, de la siembra del momento.
Al final, las témporas se han quedado como día de acción de gracias. Y esta es la fiesta litúrgica de hoy.
Es de bien nacidos el ser agradecidos, dice el refrán y una de las frases más conseguidas del Papa Francisco es aquella que resume la vida en tres expresiones: por favor, perdón y gracias". Chesterton categorizó la gratitud con aquella conclusión genial: "la primera forma de pensamiento es el agradecimiento". Por ejemplo, el agradecimiento por estar vivo.
Y también se celebra, este cinco de octubre, la Festividad de Santa Faustina Kowalska, aquella polaca semianalfabeta, que tan sólo vivió 33 años y murió en 1938. Sin embargo, se la considera, con razón, la mística del siglo XX.