Nadia Calviño, una grandísima embustera, aún no ha explicado por qué forzó el cambio de director del Instituto Nacional de Estadística (INE) quien osó decirle al gobierno que cifras tan vitales como el crecimiento económico -la medición del PIB- no se pueden cambiar como la moda, por años
El Sanchismo es tramposo, muy capaz hasta de cambiar las estadísticas para lucir gestión... cuando lo cierto es que su gestión económica es un desastre.
Viene esto a cuento de que a Alfredo Cristóbal, director de Instituto Nacional de Estadística (INE) se le ocurrió decir el pasado viernes que la economía española no creció durante el tercer trimestre del año, que el PIB se quedará en un 0%.
Nadia Calviño, una grandísima embustera, aún no ha explicado por qué forzó el cambio de director del Instituto Nacional de Estadística (INE) quien osó decirle al gobierno que cifras tan vitales como el crecimiento económico -la medición del PIB- no se pueden cambiar como la moda, por años.
Sólo que a Cristóbal, directivo del INE, tuvo un desliz: dijo verdad y eso no le gustó a la todopoderosa vicepresidenta económica, doña Nadia Calviño, que, por decirlo breve, no es una mujer ni paciente ni clemente.
Le auguro mal futuro a Cristóbal en el INE pero lo cierto es que si el PIB creció el cero patatero durante el trimestre, el del boom turístico, pues hombre, parece que se puede dar por bueno aquello de que la recesión podría comenzar en este cuarto trimestre, como augura, por ejemplo, el Servicio de Estudios BBVA.
En cualquier caso, la economía española no va mal, va fatal, y cada vez hay menos emprendimiento (¿Cómo va a haberlo si todos son pegas a la hora de montar una empresa o antes de ganar ya estás pagando impuestos?
Si algo se ha cargado el Sanchismo son las ganas de arriesgar y con ello, de crear puestos de trabajo. Ahora, todo tenemos mentalidad de funcionarios, de jubilados o de subvencionados.
Y eso no se arregla con trampas contables.