Decíamos ayer que Sánchez no había arreglado el problema catalán, a pesar de lo que presume de ello Moncloa: tan sólo lo está pudriendo. Pues bien días después, tras ceder en Sedición, malversación y no se sabe cuántas cosas más, a cambio de que no haya altercados callejeros en Barcelona hasta las próximas generales, que es lo único que preocupa al presidente del Gobierno, ya tiene encima de la mesa la respuesta de Oriol Junqueras, Pere Aragonés y Gabriel Rufián... como su mismo nombre indica: tras ratificar la impunidad de los condenados por el Tribunal Supremo, ahora exigen referéndum de autodeterminación y se asegura que si se gana habrá una negociación con el Gobierno del Estado: ¿comprenden? A ver si resulta que el que sabía tratar a los indepes catalanes era Rajoy y no Sánchez.  

No tiendas la mano a la serpiente porque te morderá.