Escucho a Úrsula von der Leyen hablar del presupuesto de la Unión Europea para el septenio 1925-1932, que es algo parecido a predecir el tiempo que hará dentro de un año. En sincronía, me llegan noticias de un encuentro en la Universidad de Aveiro sobre inteligencia artificial en Europa, donde participan, entre otros, eurócratas que nos explican cómo regular la IA, no cómo crearla. 

De hecho, la IA es un invento norteamericano en el que los chinos han entrado a copiar, según costumbre. Europa ni siquiera imita, simplemente se dedica a legislar sobre la IA.

Insisto en que la IA es inteligencia pero no es artificial, porque si es artificial no es inteligencia y si es inteligencia es natural, es inteligencia humana. No soy, pues, ningún forofo de la IA, es más, sospecho que se utilizará masivamente para apagar, por comodidad, -la gran fuerza motriz del universo- la inteligencia natural. 

Pero como es una de las claves de la economía presente, convendría que los europeos abandonáramos nuestro perezoso e insufrible espíritu burocrático y que en lugar de regular nos dediquemos, de una vez, a fabricar programas de IA, en lugar de a regularla, que no es otra cosa que ponerle trabas para que no se implante... y asi comprenderemos la IA norteamericana. A fin de cuentas, fuimos los europeos los que inventamos la revolución industrial. 

'Europa miserable, ayer dominadora, envuelta en sus harapos, desprecia cuanto ignora'

¿Y por qué este espíritu anodino, cobardón, funciona en esta Europa que construyó el mundo? Pues porque todo país, toda civilización subsiste gracias a sus principios. Los valores de Europa son valores cristianos, porque fueron los principios cristianos los que la crearon. 

Sin embargo, personajes como Ursula von der Leyen, democristiana alemana, no sólo no han abandonado esos valores sino que se dedican a perseguirlos. Por eso caen tan mal, en Bruselas, Giorgia Meloni o Víctor Orbán... y a ambos les califican como fascistas.

Y es que en la Europa moderna el gran triunfo de la generación progresista ha sido conseguir que todo católico pase por ser un ultra, un radical peligroso. La Iglesia fue la primera en condenar el fascismo pero en 2025 si eres católico eres fascista.

Europa, sé tu misma, dijo San Juan Pablo II, ya en 1982, en Santiago de Compostela, que debería ser la capital europea, no Bruselas. Porque Europa no sólo no se entiende sin el Cristianismo, es que, además, fueron los principios o cristianos los que le catapultaron hacia el éxito y dispararon su creatividad hasta convertirla en señora del mundo... Sin embargo, es ahora la cristofobia reinante entre los eurócratas bruselinos lo que la precipita hacia la degeneración y hacia la nada.

Ursula: sé tú misma, que un día, no muy lejano, fuiste democristiana

Europa, sé tú misma, recupera tus raíces cristianas, o no recuperarás ni tus valores brusátiles. 

Se me olvidaba; dos billones de presupuesto para el septiembre 2025-2032, un poquito más que antes y con el temor de los agricultores a que se estanque la política agraria común (PAC) para fortalecer la defensa europea.

La Política Agraria Común (PAC) no me gusta pero tampoco me gusta que al agricultor europeo, presionado por el estúpido ecologismo de la UE, en una muestra reinante estupida de ecologismo, se le obligue a producir a costes no competitivos. 

 

Respecto al presupuesto militar. Además de que Europa no debería renunciar a llegar a un acuerdo con Putin, no puede aumentar sus presupuestos sólo para comprarle armas a la industria armamentista norteamericana. Si acaso, que imponga la mili obligatoria que eso sí haría que los europeos empezáramos a valorar una civilización formidable, la civilización cristiana, que ahora minusvaloramos. Y, llegados a este punto, recordemos la maldición machadiana sobre Castilla: 

'Europa miserable, ayer dominadora, envuelta en sus harapos, desprecia cuanto ignora'.

Ursula: sé tú misma, que un día, no muy lejano, fuiste democristiana.