Al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, le dio por organizar una mascletá en Madrid, por aquello de solidarizarse con Valencia. La verdad es que no soy muy amigo de mascletás y pensé que el señor alcalde, del que tampoco soy amigo, se había metido en camisa de once varas.

Ahora bien, al oír hablar a los animalistas de lo que iban a sufrir los pobres animalitos ante el ruido ensordecedor de los petardos… 

Entones sí, me dije ,tengo que apoyar esto con entusiasmo, con mucho entusiasmo. Hombre, si se hubieran quejado de que los ancianos no iban a poder conciliar el sueño, pase. Pero no tirar petardos porque puede dañar a los animalitos… entonces, que ¡viva la mascletá, señor alcalde! Una cada fin de semana, por favor.

El sentido común señala el límite del ridículo. Así que, si quieren comprobar hasta dónde puede llegar el ridículo, no tiene más que ver la selección de memes que ha realizado para Hispanidad Virginia Gutiérrez.

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Combatir el animalismo se ha convertido en una prioridad porque es lo mismo que combatir la estupidez: una necesidaid de primer orden.