
"Hemos visto de todo, hemos visto a Franco volando en helicóptero", decía la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre el Gobierno Sánchez en 2022. De esas declaraciones, han pasado tres años y la cosa se hincha.
Ante toda la prensa, el rey Felipe VI, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el presidente del Parlament, Josep Rull, y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Sale al escenario el presidente, Pedro Sánchez y reivindica que: “9 de cada 10 españoles se ven expuestos a diario a noticias falsas que se viralizan 6 veces más rápido que una real, y el 40% de la población española reconoce que le resulta más difícil distinguir una noticia real que una noticia falsa”. No, don Pedro, 10 de cada 10 españoles están expuestos a noticias falsas, el tema es que es usted quien quiere decidir qué es un bulo y qué no lo es, y eso es censura.
Ha asegurado que el periodismo libra “una batalla desigual en un universo digital, en el que mercaderes de la mentira y traficantes de odio compiten con el periodismo honesto en el mercado de la atención”. Ya saben, los pérfidos tabloides, divulgadores del bulo y el odio. Y ojo, que todo esto lo dice en los III Premios La Vanguardia, y la prensa, incluida La Vanguardia, que no solo calla, sino que aplaude el discurso de la censura.
Sánchez considera que esta batalla es por nuestro bien, porque de ella depende el futuro de la democracia, así como su salud y prosperidad: “En algunos países vemos ataques directos; censuras, también, a programas a una escala inédita en décadas. Y no en cualquier parte, sino en naciones que han sido pioneras de las libertades de expresión y de la libertad de prensa. Allí se cancela al que piensa diferente y se atreve a disentir del poder establecido”. La democracia, sin duda alguna, depende del odio y la censura, no de el asalto a las instituciones del Sanchismo, ¿comprenden?
En un cinismo sin límites, Sánchez también ha señalado a “los señores del algoritmo que impulsan una nueva censura desde sus monopolios de poder”, mientras hay periodistas que se juegan la vida por desempeñar su labor como periodistas. Y es que como todos sabemos, periodistas peligrosos y fascistas como Vito Quiles ponen en riesgo al resto en la sala de prensa del Congreso.
Pero volviendo a los "señores del algoritmo"... con esos amos, Sánchez mantenía una excelente relación, cuando hacían la censurar que él quería, cuando eran progresistas y se sumaban a su discurso único, pero esa relación parece rota. Por un lado, el dueño de X es el 'radical' Elon Musk, pero qué pasao con el dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp, Mark Zuckerberg, ahora ha dado un giro radical en cuanto a los bulos, los verificadores, el odio y la censura desde que Trump volvió a la Casa Blanca. Desde que el republicano ganó las elecciones, las redes sociales, además de anunciar su giro radical pro libertad de expresión, denunciaron que en Europa hay leyes que promueven la censura en internet. Estos hechos graves no, gravísimos, han hecho que ahora su sanchidad, que sólo busca nuestro bien, se refiera a él como uno de los señores del algoritmo.
También ha llamado a proteger al periodismo y “evitar que se manipule como arma para difundir desinformación, incitar al odio o socavar las instituciones democráticas”.
“Tenemos que alzar la voz contra cualquier intento de anularla (la democracia) porque, si esto ocurre, si perdemos nuestra libertad de expresión, de discrepar sin miedo a las represalias, estaremos sembrando la semilla de la tiranía”, ha dicho, sin mirarse en un espejo.












