Ione Belarra, ministra de asuntos Sociales, ha presentado su anteproyecto de ley de familia, más bien ley de familias, porque, según ella, existen un montón de familias distintas y es a lo que llamamos diversidad y, probablemente, multiculturalismo.

Pero lo de menos es la tontuna progre de familias monoparentales y monomarentales, el asunto está en que un niño tiene derecho a un padre y a una madre.

Y también asombra que una ministra que acaba de tener un hijo dictamine, al mismo tiempo, la monumental barbaridad de los padres no puedan impedir, por fuerza de ley, que sus hijos reciban la educación sexual que PSOE y Podemos preparan para los menores: ya saben entre la pederastia de Irene Montero -los menores tiene derecho a acostarse con quien quieran- a la autodeterminación de género: se enseñará a los niños que deben elegir entre ser niños o niñas, si quieren ser lo que son o participar en macabras operaciones Frankenstein. Corrupción de menores.