El Tribunal de Justicia de la Unión Europea TJUE (con sede en Luxemburgo), el importante, no confundir con el rimbombante, que no relevante, Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, analiza la Ley de Amnistía español con cierto recelo, y en sus suspicacias es apoyado por la propia Unión Europea. Ambos tienen clarísimo que se trata de una norma espuria. 

Es lo que podríamos llamar solemnización de lo obvio, porque nada hay más sorprendente que la evidencia cuando, como nos ocurre a españoles y europeos, nos movemos en un mar de prejuicios.

Digo, que estaba clarísimo por qué el señor Sánchez promulgó la Ley de Amnistía: porque si no amnistiaba a los separatistas catalanes, a los 'puigdemones', no recibiría los votos de Junts. Recuerden: por siete votos tienes el culo roto: es una grosería de lo más cierta.

Como el Sanchismo es mentiroso desde que nació, a costa de repetir que promulgan la norma para la mejor convivencia entre españoles -amnistiando a quien no quiere convivir en modo alguno con los españoles- y como don Pedro se pone tan serio cuando miente... pues incluso la mitad de los españoles se creyó el bulo y la otra mitad le dejó por imposible. Los políticos menos dignos siempre juegan con la trampa de que no puedes escandalizarte por lo mismo más de siete días: es muy aburrido.

Pero Europa está muy lejos, y entonces el Tribunal de Justicia Europeo ha dicho que de milongas, nada. Que el señor Sanchez redactó la norma para mantenerse en Moncloa, que es lo único que le interesa.

¿Y entonces hemos caído del guindo? No, ni tan siquiera hay sentencia aún y cuando llegue, llegará tarde. Simplemente nos preguntamos: ¿pero es que alguien lo había dudado? No, nadie, pero todos actuamos como si fuera cierto, como si Sánchez hubiera dictado esta norma para favorecer la convivencia entre españoles y la cohesión social. 

Pero todo esto ya lo sabíamos, ¿verdad?

Lo bueno... que a lo mejor Europa sirve para algo, después de todo.