Todavía estamos pendientes de si el fin de semana de Reyes Magos habrá huelga del personal de tierra de Iberia, entre ellos el personal de las maletas, que tiene su enjundia. Lo compañía ya ha cancelado 440 vuelos.

Origen del problema: Iberia, presumiblemente por perder el concurso, aunque no sé si estaba feliz de perderlo, externaliza los servicios de tierra. Naturalmente, el cambio de empresa supone peores condiciones laborales para los trabajadores. Los sindicatos, lógicamente protestan. 

Ahora bien, ¿por qué las empresas externalizan servicios que forman parte de su negoio cotidiano, servicios que nada tienen que ver con su elenco de proveedores? ¿Acaso si el recogedor de maletas opera bajo bandera Iberia es más caro que si lo hace con bandera Pepe Pérez SL? Claro que no, pero Iberia prefiere operar con contratas porque el mercado laboral español es tan rígido que no permite adecuar la plantilla a las necesidades de cada momento. En España es más fácil divorciarse de tu mujer que despedir a un trabajador.

En definitiva, la externalización es una manera de conseguir paz social: no despides, -si hay que despedir, que lo haga otro- y, de paso, sirve para precarización del empleo. 

Pero no deja de sorprender que Iberia, una de las empresas más ligadas al PSOE, utilice estas técnicas. No cabe duda, se trata de un sector muy competitivo.