José Vicente Martínez nos envía el siguiente texto sobre las apariciones marianas en San Sebastián de Garabandal, aldea cántabra, entre 1961 y 1965. Lo hace en calidad de notario pero al final concluye que los mensajes de Garabandal no son una filfa y que vienen del Cielo.
Y yo me pregunto: ¿Por qué todo católico con capacidad de discernimiento cree en Garabandal, aunque las apariciones no hayan recibido aprobación eclesial e incluso hayan tenido que afrontar persecución clerico-oficial?
¡A ver si las apariciones de la Virgen María van a ser ciertas! ¡Dios mío, estamos perdidos!
Bromas aparte, recuerden que es peligroso censurar a la Madre de Dios.
Según el testimonio de las videntes, la Santísima Virgen María se apareció en San Sebastián de Garabandal (Cantabria, España) desde 1961 hasta 1965.
Los nombres de las chicas, que entonces tenían entre 10 y 12 años y estaban perfectamente sanas son: Conchita González, Mari Cruz González, Jacinta González y Mari Loli Mazón, sin relación de parentesco.
Ellas afirmaron que en 1961 se les apareció un ángel, al parecer San Miguel Arcángel, y las preparó para la primera de las apariciones de la Virgen María, ocurrida el 2 de julio de 1961.
Las chicas eran advertidas por medio de unos signos de que iban a entrar en éxtasis, y durante los éxtasis es cuando veían y escuchaban al Sagrado Corazón de Jesús, a la Stma. Virgen María y al arcángel San Miguel.
Durante esos cinco años, las chicas, buenas, formales, muy religiosas, diligentes, trabajadoras, de la Virgen y de la Iglesia, ueron examinadas por más de cuarenta doctores y especialistas:
Para unos se trataba de fenómenos relacionados con la histeria, la epilepsia o la sugestión colectiva.
Para otros eran fenómenos totalmente inexplicables desde el punto de vista científico y había que relacionarlos con intervenciones sobrenaturales.
Cabe decir que, desde 1961 hasta 2015, se sucedieron quince comunicados episcopales firmados en Roma y Santander, los cuales manifestaban opiniones divergentes.
El P. Eusebio García de Pesquera publicó en 1979 un estudio muy completo de lo acaecido en Garabandal hasta esa fecha, y para escribirlo con total libertad tuvo que usar el pseudónimo de Dr. Gobelas:
"El hecho de que no haya datos fijos para cada uno de los días, ni precisiones de días para muchos datos, no equivale a decir que los hechos sean dudosos"
El mismo P. Eusebio tenía testimonios sólidos y documentos verídicos, aunque le preocupaba no tener la fecha exacta de cada uno de los sucesos.
Una de las videntes, Conchita, llevaba nota exacta en su Diario de los sucesos ocurridos durante los primeros diecisiete días, pero a partir del 3 y 4 de julio avanza y retrocede en las descripciones, anotando las que más le impresionaron.
Ella misma afirma que lo importante de las apariciones y locuciones no fueron los sucesos exteriores, sino el mensaje que el ángel, la Virgen y Jesucristo han comunicado al mundo por medio de estas cuatro jovencitas.
Las cuatro coincidían en que habían recibido dos mensajes importantes, uno directamente de la Virgen María y el otro de la Virgen María por medio del ángel San Miguel.
Vayamos con el primero, recibido directamente de la Virgen el 18 de octubre de 1961:
"Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia y tenemos que visitar mucho al Santísimo, pero primero tenemos que ser muy buenos.
Si no lo hacemos vendrá un castigo.
Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo"
El segundo mensaje lo reveló la Virgen por mediación de San Miguel Arcángel el 18 de junio de 1965:
"Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre de 1961, os diré que éste es el último.
Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando.
Los sacerdotes, obispos y cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas.
A la Eucaristía se le da cada vez menos importancia.
Debéis evitar la ira del buen Dios con vuestros esfuerzos.
Si le pedís perdón con alma sincera, Él os perdonará.
Yo, vuestra Madre, por intercesión del ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis.
Ya estáis en los últimos avisos.
Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación.
Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos.
Debéis sacrificaros más.
Pensad en la Pasión de Jesús"
Además de estos dos mensajes, las chicas hicieron varias profecías sobre el futuro de la humanidad, además de advertir de un próximo fin de los tiempos, que no es lo mismo que fin del mundo.
Estas profecías se refieren a un aviso, un milagro y un castigo.
El aviso tendrá lugar antes del milagro.
"Ese aviso es como un castigo para los buenos y los malos: para los buenos para acercarlos más a Dios, y para los malos para anunciarles que viene el fin de los tiempos y que éstos son los últimos avisos"
El milagro tendría lugar un jueves durante la festividad de un santo mártir de la Eucaristía, y es descrito como una señal permanente en los pinos de Garabandal que "será visible para todos los que estén en el pueblo y en las montañas de los alrededores: los enfermos que asistan sanarán y los incrédulos creerán.
Será el milagro mayor que Jesús ha hecho para el mundo.
No quedará la menor duda de que es de Dios y para bien de la humanidad.
Quedará una señal del milagro para siempre en los pinos.
Podrá ser filmado y televisado"
El castigo fue predicho por las chicas ya en el primer mensaje del 18 de octubre de 1961.
Este castigo está condicionado.
Si la humanidad no se arrepiente de su mal proceder luego de ocurrido el milagro, "los ríos se convertirán en sangre, fuego que baja del cielo y cosas peores, gran calor, sed abrasadora y el agua que se evaporará; todos los hombres presos de la desesperación buscando matarse unos a otros pero, al faltar las fuerzas, caerán: unos en las llamas y otros lanzándose al mar, pero el agua parecerá hervir y activar las llamas"
Desde el principio de las apariciones, la Jerarquía Eclesiástica adoptó una actitud de duda o incertidumbre sobre la condición sobrenatural de estas apariciones, visiones y locuciones recibidas por las chicas.
El 2 de noviembre de 1961, el administrador apostólico de la diócesis de Santander, Doroteo Fernández, publicó en una declaración que "no consta que las mencionadas apariciones, visiones, locuciones o revelaciones puedan hasta ahora presentarse ni ser tenidas con fundamento serio por verdaderas y auténticas"
Más adelante, tres obispos que lo fueron de Santander, se pronunciaron contra la sobrenaturalidad de las apariciones de Garabandal:
Monseñor Eugenio Beitia Aldazábal (obispo de 1962 a 1965) publicó dos notas al respecto.
Monseñor Vicente Puchol Montis (obispo de 1965 a 1967) difundió una nota en la que negaba tanto las apariciones como los mensajes y que los hechos ocurridos tenían una explicación natural.
Monseñor José María Cirarda Lachiondo (obispo de 1968 a 1971) decidió intervenir desaprobando todo culto basado en estas supuestas apariciones, llegando a publicar una nota en la que prohibía a los sacerdotes intervenir, participar o colaborar en el desarrollo de los hechos de Garabandal.
También rogaba a los fieles que se abstuviesen de fomentar con su presencia en el lugar el ambiente creado en torno a dichos sucesos.
El Sr. Obispo recordaba a todos que están prohibidos por el derecho eclesiástico los libros y folletos que refieran nuevas apariciones, revelaciones, visiones, profecías, milagros o que introduzcan nuevas devociones si se han publicado sin observar las prescripciones de los cánones.
Además, el mismo Obispo afirma que, en la diócesis de Santander, nunca se ha concedido "imprimatur" a ningún libro, folleto, artículo o reseña en esta materia, y está prohibida la publicación de cualquier artículo o información no sometida previamente a la censura de la diócesis.
Gracias a Dios, estas prohibiciones se levantaron a partir de los años 80 del siglo XX.
En 1987, el obispo Juan Antonio del Val Gallo ordenó llevar a cabo una nueva investigación y suspendió toda prohibición que impidiera a los sacerdotes subir a Garabandal, posibilitándoles celebrar la Misa en el templo parroquial de la aldea.
En 1992, Mons. Ratzinger, siendo cardenal y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aconsejó al obispo de Santander no cerrar el caso y continuar, por el momento, con la declaración de "no consta la sobrenaturalidad", dejando así abierta la puerta para nuevos y futuros estudios.
En el año 2007, el obispo Carlos Osoro, en calidad de administrador apostólico de Santander, escribió en una carta:
"Estoy seguro de que el próximo obispo promoverá los estudios para que se examinen con mayor profundidad los sucesos de Garabandal.
He conocido auténticas conversiones en Garabandal.
Ante estos sucesos, ¿cómo no sentir la necesidad de abrir siempre nuestro corazón a nuestra Madre María?
Les animo a seguir manteniendo esa devoción"
En noviembre de 2017, el sacerdote José Luis Saavedra presentó su tesis doctoral en la Universidad de Navarra, titulada: "María de Garabandal. Estado actual de las apariciones ocurridas entre 1961 y 1965"
Al recibir en audiencia al P. Escalada en Roma, el Papa San Pablo VI manifestó acerca de los hechos de Garabandal:
"Es la historia más hermosa de la humanidad desde el Nacimiento de Cristo.
Es como la segunda vida de la Santísima Virgen en la tierra, y no hay palabras para agradecerlo"
El P. Escalada fue un gran defensor de las apariciones y mensajes de la Virgen en Garabandal y un gran apóstol de las mismas.
San Pablo VI le dijo: "Es necesario dar a conocer esos mensajes (...) Es urgente dar a conocer al mundo esos mensajes"
El 19 de enero de 1966, San Pablo VI bendijo a Conchita, que estaba presente en Roma, diciéndole:
"Conchita, yo te bendigo, y conmigo te bendice toda la Iglesia"
De cierto sabemos que el Papa San Juan Pablo II creía en las apariciones de Garabandal, pues había leído el libro en alemán sobre estas apariciones publicado por A. Weber.
El mismo Papa escribió al autor:
"Que Dios te recompense por todo, especialmente por el profundo amor con que estás dando a conocer los sucesos relacionados con Garabandal.
Que el Mensaje de la Madre de Dios sea acogido en los corazones antes de que sea demasiado tarde.
Como expresión de gozo y gratitud, el Santo Padre te da su Bendición Apostólica"
A día de hoy, se dice que no consta de la sobrenaturalidad de los hechos, que no es lo mismo que decir que consta de la no sobrenaturalidad.
¿Por qué tendríamos que despreciar o no hacer caso de las advertencias que Nuestra Señora quiso dar a conocer a las cuatro chicas de Garabandal entre 1961 y 1965?
¿Es que acaso no necesitamos una verdadera y profunda conversión de nuestros corazones, en orden a nuestra santificación y la del mundo entero?
¿Por qué no nos consagramos personal y familiarmente al Sagrado Corazón de Jesús por medio del Inmaculado Corazón de la Virgen María?
Santa María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros y por el mundo entero.