El presidente chino, Xi Jinping, echó en cara durante la cumbre del G-20 al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, haber hecho supuestamente filtraciones de su reunión a puerta cerrada. 

En vídeo publicado por las emisoras canadienses, se puede ver a Xi y Trudeau de pie, cerca el uno del otro y conversando a través de un traductor en la cumbre en la isla indonesia de Bali. "Eso no es apropiado, y no lo hicimos así", dijo Xi en mandarín, sonriendo. "Si hay sinceridad, podemos comunicarnos bien con respeto mutuo, de lo contrario el resultado no será fácil de contar", añadía.

Según El Mundo, su disgusto se debió, probablemente, a varias informaciones de medios de comunicación en las que Trudeau sacaba a relucir "serias preocupaciones" sobre el supuesto espionaje y la "interferencia" china en las elecciones canadienses cuando se reunió con Xi el martes, sus primeras conversaciones con el líder chino en más de tres años.

Y ojo, Jinping no sólo acusó a Trudeau de indiscreto sino, además, de mentiroso: la conversación no fue así.