El débito conyugal es parte consustancial del matrimonio -sea canónico o civil- desde que existe el derecho
Agredir a la pareja será una agravante en el nuevo código penal de feminista de doña Carmen Calvo Poyato.
El código penal feminista que elabora el Gobierno socialista de Pedro Sánchez Pérez-Castejón introduce la agresión sexual en el matrimonio. Pero el débito conyugal es parte consustancial del matrimonio -sea canónico o civil- desde que existe el derecho.
El feminismo niega el débito conyugal, el cual debe aplicarse con ese sentido común máximo que implica el amor, la entrega
El problema es serio, porque, el feminismo niega el débito conyugal. Ahora bien, si no existe débito, ¿qué puñetas le entregó el esposo a la esposa, y viceversa, en el momento de las promesas esponsales?
Es cierto que el débito conyugal debe aplicarse con sentido común. Si uno de los cónyuges está enfermo, no se le puede exigir vida marital. Pues sencillamente, ese sentido común máximo que implica el amor, la entrega, supone no pedir lo que al otro no le gustaría dar en ese momento.
Introducir la violación en el matrimonio es una contradicción... y una chorrada feminista
Todo eso es cierto, pero también lo es que los esposos se han donado, libremente, el propio cuerpo, que pasa a ser propiedad compartida: serán los dos “una sola carne”. Por tanto, introducir la violación en el matrimonio es una contradicción… y una chorrada feminista. Una más, de, como creo haber dicho antes, doña Carmen Calvo Poyato y don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.