- La fiscalidad debe guiarse por la justicia, no por la comodidad.
- A la gente no hay que juzgarla por lo que gana, sino por lo que gasta.
- Lo que ocurre es que la tabla de tipos debe ser variada.
- Una tabla amplia de tipos de IVA también resulta más compleja de aplicar pero más justa.
- A la izquierda no le gusta el IVA por su envidia a los ricos.
- Y a la derecha porque busca recaudación rápida y sabe que es difícil luchar contra el fraude en el IVA.
Durante mis prácticas de periodista en el diario asturiano
La Nueva España me tocó hacer encuetas callejeras -quiero decir, preguntar al que encontrabas por la calle-. Una de ellas sobre el aumento del precio del tabaco. Uno de los 'encuestados' respondió: "
me parece fatal que suban el precio del Ducados, porque lo fumamos los currantes. Si subiera el precio del Winston".
El problema de nuestro currante es que
no entendía que el tabaco no es un producto de primera necesidad, ni cuando lo fuma el villano ni cuando lo fuma el señor. Ni el negro proletario ni el rubio aristocrático.
Por tanto, puede y
debe ser gravado con un IVA alto, tanto el Ducados como el Winston, por aquel entonces el rey del rubio americano.
A la izquierda española, empezando por los comunistas de Podemos y siguiendo por los socialistas de
Pedro Sánchez, no les gusta el IVA porque, en palabras del indocumentado de Pablemos, resulta que
es el impuesto más 'injusto' de todos. Al revés, es el más justo de todos. Mucho más justo que los impuestos directos.
Lo que ocurre es que el IVA debe ser como el IRPF, un tributo con un elenco de tipos amplio,
para distinguir entre productos de manera adecuada. ¿Que es más difícil de aplicar que los gravámenes directos? Sí, pero
la fiscalidad debe decidirse según justicia, no según su facilidad de aplicación.
Además, en un sistema financiero moderno el ahorro de un tipo que gane mucho se convierte inmediatamente en inversión (otra cosa es en qué tipo de inversión se convierte). A mí no me importa que un señor gane mucho: al final, en cuanto lo disfrute le vamos a gravar:
el coche de lujo a lo bestia, el pan como a cualquier otro… y con un tipo reducido.
Lo que le ocurre a la izquierda,
Iglesias o Sánchez, es que siente envidia del rico. Por eso quiere quitarle el salario en cuanto entre en su bolsillo (mejor, antes, vía retenciones). Y
lo que le ocurre es que la derecha, Rivera o Rajoy, a la que tampoco le gusta el IVA, es que sabe lo difícil que es luchar contra el fraude en el
IVA. Al de la nómina le tienes bien cogido, a la microempresa también, pero al consumidor… Pero insisto:
la fiscalidad debe guiarse por la justicia no por la comodidad. Si te quitan impuestos de tu sueldo estás frito. Sin embargo, si suben los precios de productos de calidad siempre podrás comprar productos de menos calidad…
mientras no te hayan mermado el sueldo, porque, de donde no hay no se puede sacar. Una tabla amplia de tipos de IVA también resulta más compleja de aplicar pero es más justa: los productos básicos siempre en el tipo más bajo.
Además, el IVA, el impuesto más justo,
debe constituir la base del pago de las pensiones, es decir, el sustituto de los impuestos laborales. Y si no cambiamos cuotas sociales por IVA jamás llegaremos al pleno empleo.
Por cierto, un momento idóneo para subir el IVA -si fuera necesario- es cuando la inflación baja. Ahora mismo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com