Just Eat se enfrenta a Deliveroo y Glovo por los autónomos. Así dice la estupenda información de El Economista. Y ahí radica el problema: aunque distintas sentencias judiciales han dictaminado en contra, lo cierto es que este tipo de empresas de reparto a domicilio de comida continúan plagadas de falsos autónomos. Es decir, trabajadores que se pagan sus propias cuotas sociales, aunque deberían ser trabajadores por cuenta ajena… aunque lo cierto es que todos sus ingresos dependen precisamente de una sola compañía.

Digo que la información es buena pero el titular no me gusta tanto, porque lo que realmente ha hecho Just Eat es pedir al Ministerio de Trabajo un reglamento especial que reduzca la cuantía de las cuotas sociales, que es la clave de la cuestión. Just Eat no está contra Glovo o Deliveroo: está contra los impuestos laborales.

El problema es que las cuotas sociales en España -de la que el empresario paga el 80% y el trabajador el 20%- son las más altas de Europa. Y las más absurdas. En definitiva, si se quiere acabar con los falsos autónomos -por los que la empresa no paga cuota alguna-, en lo que debería pensar el Gobierno es en reducir las cuotas empresariales o, como en algunos países, sustituir cuotas sociales por IVA.

Sólo así el empresario perderá el miedo a contratar trabajadores. Es la gran reforma económica pendiente en España, la única que permitiría acceder al pleno empleo.

Y a cambio de esta rebaja o anulación de las cuotas, el Gobierno puede y debe exigir a las empresas que el salario líquido sea suficiente para sacar adelante a una familia. Sí, el Salario Mínimo es importante como referencia de una escala salarial justa.

Just Eat no se enfrenta ni a Deliveroo ni a Glovo: a quien se enfrenta es al Gobierno depredador y enemigo de los emprendedores.