- En drogas hemos legalizado al comprador pero no al vendedor.
- Por el contrario, en prostitución condenamos al consumidor que no a la productora del servicio.
- Doble moral, triple hipocresía de nuestra progresía.
Esta
maravillosa página que me ha llegado a mi correo electrónico nos explica cómo fabricar el
porro perfecto. Es importante, claro, bello e instructivo. Y todos debemos prestarle atención prioritaria.
Es curiosa la moral del
Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, de la memez generalizada:
aplica criterios opuestos según se trate de drogas o de prostitución. En droga se ha legalizado el consumo, es decir, al consumidor, pero no al vendedor. Por eso puedes fumarte el
porro perfecto y enseñar -pedagogía excelsa- a liarlo por Internet.
Por contra,
en prostitución sucede lo contrario: se persigue al cliente-comprador del servicio, no a la prostituta productora del servicio. ¿
No son tan culpables el otro como la una?
Y tiene gracia porque los progres mantienen ambos contradictorios principios morales, todo a un tiempo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com