Eduardo Garzón fue profesor en la Complutense durante el periodo 2018-2021, lo que demuestra lo difícil que resulta dar clase en una universidad pública. Por supuesto, nada tiene que ver el hecho de que sea el hermano del ministro de Consumo, en funciones, Alberto Garzón.

Al grano: Eduardo ha lanzado un mensaje a todos los inversores preocupados por el destino de su dinero y les ha aconsejado que inviertan en deuda pública, porque eso es “invertir de forma ética”, frente a los pérfidos fondos de inversión o la bolsa, que está llena de empresas que buscan la manera de pagar menos impuestos.

Invertir en deuda pública es lo más ético, según el ex profesor Garzón, porque así se pagan, por ejemplo, la sanidad y la educación. Precioso. El problema es que la deuda pública está en máximos históricos, acumula más de 60.000 millones de euros en gastos innecesarios y, lo más preocupante de todo, habrá que devolverla en algún momento, en realidad, ya estamos pagando los intereses, cada vez más elevados, por cierto. Lo ético, querido Eduardo, es reducir la deuda, no aumentarla, y hacerlo recortando el gasto, no aumentando los impuestos.

Claro que al bueno de Eduardo no le preocupa que la deuda esté disparada, porque tiene la solución para pagarla: fabricar más billetes.