Con tal de no molestar a sus socios independentistas de ERC, cuyos votos necesitaba para aprobar los Presupuestos 2022, el Gobierno se ha negado a cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que exige -tampoco es mucho- que el 25% de las clases se impartan en español.

La Generalitat ha dicho que no le da la gana y entonces llega el bochorno: la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, miente como una posesa y asegura que el Gobierno de España no tiene competencias para dar cumplimiento a una sentencia del Tribunal español. Entonces, ¿para que está?

Y ahora, sigan el recorrido: Rodriguez le pasa la pelota al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que deberá ordenar el cumplimiento de la sentencia a la Generalitat de Cataluña... que es el organismo que se ha declarado en rebeldía.

Seguramente, doña Isabel Rodríguez, nos toman por idiotas pero podrían disimularlo un poco.