Ciertamente este “virus muy rarote” funge de producción de biotecnología. En consecuencia es instrumento de “intereses desinformados” y perjudiciales para todos los pueblos (incluso para los de su alevoso origen).
Sirve en la actualidad como medio de dominación y entretenimiento para un mundo asustado y oportunista que luego del desastre de “cuarentenas sucesivas” no sabe hacia donde se encamina: “Ningùn viento es favorable para quien no sabe donde va” (Séneca).